Muchas veces nos llegamos a sentir realmente deprimidos o con una gran ansiedad sin realmente saber por qué, y para poder acabar con ese incómodo estado lo primordial es detectar de donde viene nuestro problema y siendo conocedores del mismo, poder erradicarlo.
Hay diferentes tipos de pensamientos que pueden ser los causantes de dicho estado emocional:
- El pensamiento extremista,
- La sobregeneralización (donde se afirma que un acontecimiento puntual negativo desencadena una lista ilimitada de acontecimientos negativos)
- El filtro mental (centrarse solo en pensamientos negativos),
- Descarte de los valores positivos de uno mismo
- La toma de conclusiones precipitadas (careciendo de pruebas),
- La amplificación o minimalización (sumar o restar importancia a tus problemas)
- El razonamiento emocional (“siento que soy tonto, así que debo ser tonto”)
- Las afirmaciones hipotéticas (critica con frases como “debería” o “no debería”)
- La rótula (en vez de admitir un error se llama a sí mismo estúpido)
- La culpa (culparse a uno mismo de algo que no es de su entera responsabilidad)