Qué es la Depresión Exógena y Cómo Prevenirla

Existen distintos tipo de depresión. Un tipo de depresión es situacional, es decir, marcada por las circunstancias externas. El paciente experimenta dificultades de ánimo para sobreponerse a un hecho que ha desencadenado ese dolor. Es decir, son situaciones concretas las que producen las heridas. Por ejemplo, una ruptura de pareja, la muerte de un ser querido, el desempleo de larga duración, el fracaso en el emprendimiento, la soledad, un fracaso personal grave… Es decir, se produce una situación de dolor que es la que provoca esa amargura interior tan intensa.

Qué es la Depresión Exógena y Cómo Prevenirla

En cierto modo, cuando la persona experimenta una depresión a partir de un dolor vital, necesita hacer un periodo de duelo para asimilar la información de lo que ha ocurrido y procesar la pérdida que ha dejado un vacío interior del alma. En muchos casos, el tratamiento indicado para tratar la depresión exógena o situacional es la terapia puesto que la palabra es un medio curativo que tiene un poder medicinal en el estado de ánimo del paciente al potenciar la introspección. La depresión es una enfermedad y como tal hay que tratarla. Es decir, la voluntad queda condicionada por esta enfermedad que produce una distorsión cognitiva de la realidad, miedos, ansiedad y pensamiento negativo.

La depresión exógena o situacional deja un vacío del alma. Y sin embargo, es muy importante recordar que puede superarse. En algunos casos, la terapia psicológica puede complementarse con un tratamiento farmacológico prescrito por el psiquiatra.

Cómo prevenir la depresión exógena

  • 1. Potencia los recursos que pueden elevar tu resiliencia personal en tu vida. Por ejemplo, intenta mantener el contacto con tus amigos ya que las relaciones de amistad, los compañeros de vida en la aventura de vivir, te aportan la felicidad de sentirte acompañado en la existencia.
  • 2. Intenta fomentar el sentido del humor en tu vida. ¿Cómo desarrollarlo? Por ejemplo, a través de la práctica de aficiones con las que disfrutas. Porque cuando tienes espacios en los que te sientes bien, tu ánimo también se mantiene más equilibrado.
  • 3. Practica ejercicio físico. De hecho, puedes encontrar un amplio catálogo de posibilidades para estar en forma, por ejemplo, la práctica de pilates de máquina que estimula no solo tu cuerpo sino también tu mente.
  • 4. Escucha música clásica ya que este tipo de melodía fomenta tu inteligencia musical necesaria para apreciar los matices de un arte que es una forma de expresión. Pasa menos tiempo frente a la televisión porque fomenta el sedentarismo, y disfruta de más momentos de bienestar en compañía de la buena música y el buen cine. Activa también tu mente con la lectura de buenos libros. Te recomiendo la lectura del libro: ¿Quién eres? Una obra de Enrique Rojas con la que puedes emprender un viaje desde la personalidad a la autoestima. Es decir, la autoestima también es un tesoro de bienestar para cuidarte y sentirte bien.

Todo ser humano, en cualquier edad, es vulnerable ante la posibilidad de sufrir una depresión exógena, es decir, situacional. Cuidarte te ayuda a prevenir que eso suceda.

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