Depresión: Cuando te Duele la Vida

Es difícil definir qué es la depresión expresada con palabras. Sin embargo, las metáforas ayudan: cuando te duele la vida. Eso es la depresión.
Depresión: Cuando te Duele la Vida

Tristeza que te aplasta por dentro

La depresión es una experiencia que muchas veces no se puede describir con palabras tal vez porque las propias palabras se quedan cortas para explicar aquello que tú sientes. La depresión es un claro ejemplo de cómo en ocasiones ocurre que el lenguaje es limitado para poner etiquetas a ese dolor del alma, a ese sufrimiento que produce tal nivel de angustia que estás cansado. En definitiva, de un modo metafórico, puedes experimentar cómo te duele la vida, cómo sientes que no estás en sintonía con esa felicidad que tú mereces y que en cierto modo crees que te ha dejado de lado.

Te duele el alma cuando cualquier detalle incluso el aparentemente más intrascendente te deja en la cama con ganas de llorar o tumbado en el sofá reposando tu propio sufrimiento. Te duele la vida cuando, además, tal vez sabes por qué has llegado a este punto, sin embargo, no sabes exactamente cómo mitigar este dolor. Sin embargo, aunque te duela la vida, recuerda que esto es un síntoma muy positivo. ¡Estás vivo! Y estarlo supone vivir emociones y sentimientos de todo tipo a lo largo de la aventura de la existencia.

Es posible que en este punto no te sientas capacitado para mantener tu ritmo habitual de relaciones personales. Es muy posible que todo lo cotidiano te canse mucho más de lo normal o incluso que envidies a esas personas que se muestran sonrientes porque no sabes cómo lo hacen. Estas percepciones también son frecuentes en un estado depresivo.

Y, sin embargo, recuerda que por tópico que resulte lo evidente es lo más importante en la vida, es decir, lo obvio. Y la luz siempre sale al final del túnel. Porque en un proceso de depresión el propio paciente puede llegar a perder de vista qué es lo obvio al estar enredado en su propio sufrimiento. Y al estar atrapado en el pasado o en la ansiedad del futuro. El presente deja entonces de ser evidente, parece que se evapora en medio de esa nebulosa gris.

Pide ayuda profesional para superar la tristeza

Pero puedes cambiar y evolucionar porque eres una persona única. Y porque estás en el camino de pasar este capítulo que, como bien sabes, no se supera de un día para otro. Necesitas tener paciencia aunque seguramente estés cansado de que te lo recuerden porque el dolor duele. Y todos queremos que deje de dolernos lo antes posible cuando estamos en este punto. Pide ayuda. Confía en alguien profesional. Inicia una terapia. Pero inicia una terapia con el claro convencimiento de que el proceso de recuperación depende principalmente de ti.

A, veces, creemos que podemos solos con todo. Sin embargo, no tenemos que hacer ningún gesto heroico. Solo tenemos que cuidarnos. Y reconocer nuestros límites para que no nos aplaste el propio dolor del alma que se cura con esperanza.

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