Sentir mal humor es algo muy humano, sin embargo, las consecuencias de no aprender a canalizar el enfado puede perjudicar de forma notable las relaciones personales en el ámbito personal y también, en el plano profesional. Racionalizar el mal humor es esencial para entender que los demás no son responsables de lo que nos sucede y que el nivel de profesionalidad en el trabajo debe de ser el mismo tanto cuando vives una etapa de alegría como cuando te sientes frustrado.
El primer punto para poder solucionar el enfado es identificar cuál es la causa, es decir, conocer qué es lo que ocurre a nivel interno. Por otra parte, también es positivo reflexionar sobre si se trata de una causa concreta o por el contrario, el enfado tiene una causa abstracta que produce un nivel de insatisfacción general con la vida.
Seis ideas para gestionar el mal humor
- En primer lugar, utiliza tu sentido común. Tienes dos opciones: controlar tu enfado o dejar que este te controle a ti. ¿Qué opción prefieres? Sin duda, la primera opción es más inteligente y saludable.
- Utiliza una palabra a nivel interno que actúe como un calmante emocional. Una palabra que aporte serenidad en tu diálogo interior: «tranquilo», «todo está bien», «carpe diem». Utiliza tus propias palabras para que el mensaje sea más efectivo.
- Si estás en casa, abre la ventana de la habitación para respirar aire puro. Respira profundamente.
- Aplica la sabiduría popular: esto también pasará. Mañana será otro día y observarás la situación desde una perspectiva diferente. ¿Por qué el paso del tiempo ayuda a recuperar la perspectiva de la situación? Porque las emociones que tienen una gran fuerza bajo el primer impacto del motivo de enfado, se calman poco a poco.
- Date el permiso de sentir tu enfado de una forma natural, de lo contrario, cuando las personas reprimen sus sentimientos el malestar se prolonga en el tiempo.
- Imagina que eres un niño: dibuja tus miedos. Dales forma y color. Este tipo de ejercicio es saludable para reforzar la creatividad emocional en la expresión de sentimientos.
Enfadarse es saludable
Enfadarse ante una causa lógica y un motivo justificado es un signo saludable. Sin embargo, lo verdaderamente importante es buscar el modo de canalizar esa tensión emocional que se produce como consecuencia de un enfado para que esta energía no quede enquistada en el corazón en forma de un nudo en el estómago que muestra tristeza.
Las ideas descritas anteriormente pueden ayudarte a liberar el enfado de forma óptima.
