Algunas personas toman decisiones extremas como romper el contacto con algún miembro de su familia. Esta decisión es dolorosa ya que además también afecta a los demás miembros que pueden sentirse condicionados por la idea de que tienen que posicionarse en el conflicto y defender una postura en concreto. Por otra parte, este tipo de decisiones pesa mucho a nivel interno, especialmente, cuando se produce un suceso inevitable como la muerte de un ser querido.
En ese momento, las personas suelen tomar conciencia del tiempo perdido que ya no tiene marcha atrás, de lo absurdo de tanto orgullo porque no se deja de querer a un ser querido de la noche a la mañana. La clave reside, precisamente, en valorar ese cariño por encima de las imperfecciones del otro e incluso, por encima del propio orgullo herido.
Priorizar la armonía en el hogar
Es positivo aprender a vivir de una forma consciente, teniendo humildad y asumiendo que es mejor estar en paz con la familia sin que eso signifique que todo es perfecto o que habrá un contacto fluido. Sin embargo, aunque el contacto sea poco frecuente es mejor que un silencio total. Puesto que además, cuando se toma la decisión de romper el vínculo con la familia, ese orgullo hace que sea cada vez más difícil tomar la decisión de una posible reconciliación y hacer las paces.
Romper el contacto con un familiar con quien la relación no es sencilla puede parecer una solución rápida y relativamente cómoda. Sin embargo, lejos de ser una solución, el problema se agrava. Por esta razón, antes de tomar este tipo de decisiones drásticas es recomendable buscar otras alternativas, valorar otras opciones y priorizar el bien común.
¿A qué persona de tu familia es a quien más quieres? Puedes anteponer el amor que sientes por ese familiar para que ese cariño te impida dar un disgusto a esa persona al distanciarte de otro familiar. Cuando dos hermanos se distancian, los padres sufren. ¿Acaso merece la pena este sufrimiento?
La familia, a diferencia de los amigos, no se elige. Sin embargo, esta es también la grandeza del amor que cualquier padre experimenta por sus hijos a quien perdona hasta el infinito y a quien ama a pesar de todo. Si no te llevas bien con un familiar en concreto puedes reducir la frecuencia en el contacto pero intenta no dejar de hablarte con esa persona.
