Perdonar Para Ser Libre

Perdonar Para Ser Libre

El perdón es en muchas situaciones uno de los pasos más difíciles y al mismo tiempo, uno de los más necesarios para sanar las heridas del corazón y ganar libertad emocional. Cuando una persona no perdona un hecho en concreto, esa situación queda enquistada en el corazón produciendo sentimientos de pesar, tristeza, rencor e ira. Evidentemente, el rencor también tiene su propio proceso interno, por tanto, es difícil que una persona pueda perdonar automáticamente poco después de haber sufrido una herida importante. Sin embargo, el paso del tiempo es sabio y ayuda a visualizar las situaciones con otra persona y una distancia distinta.

¿En qué radica la libertad del perdón? En que es una decisión autónoma e interna que una persona toma de una forma reflexiva de acuerdo a su propia conciencia. Este perdón también permite a la persona liberarse de este peso que daña su autoestima para no darle tanta importancia y poder ampliar la mirada, visualizando la vida en toda su amplitud. ¿Te gustaría perdonar una situación en concreto pero te cuesta hacerlo? En Psicología y Autoayuda te damos las claves para perdonar y ser libre.

Las claves del perdón

1. Una de las claves más importantes del perdón es decidir dejar de mirar hacia atrás para poder mirar al presente y atender también al futuro sin cargar con esa losa que condiciona a las personas de una forma negativa.

2. El perdón también parte de la humildad de asumir la propia imperfección y los errores propios para poder comprender también mejor los fallos de los demás. Somos más comprensivos con los demás cuando en lugar de señalar tanto con el dedo los errores del prójimo hacemos autocrítica para admitir con humildad los errores propios.

3. ¿Cómo quieres vivir tu vida? Esta pregunta es importante ya que la respuesta puede conectarte con tu felicidad. Si deseas ser feliz, entonces, el perdón, es el camino cueste el tiempo que cueste interiorizarlo, siempre es la mejor solución. En muchas ocasiones, el perdón no es fruto de la racionalización sino un gesto de corazón. Es decir, si recordamos constantemente las cuasas de la herida, puede que nos cueste dar el paso de disculpar el error. Sin embargo, si abrimos el corazón, puede que estemos más cerca de hacer las paces con la otra persona.

4. Valora más los momentos felices que has compartido con la otra persona que la ofensa en sí misma. Hacer esta relación en la balanza puede ayudarnos a ganar objetividad para no romper una relación por un hecho concreto.

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