La meditación es una practica milenaria que nos permite poner nuestra mente totalmente en blanco, para de allí en adelante empezar a observarnos. Poder identificar las diferencias que existen entre el “yo” y nuestras ideas. Nos vamos transportando a un estado de tranquilidad y “no” pensamiento que da una variedad infinita de beneficios para la salud.
Meditación saludable
Cuando nos encontramos realizando la meditación, logramos disminuir la ansiedad, bajar el estrés de la vida cotidiana, mejorar nuestro sistema inmunológico.
Ayuda a la memoria
La meditación permite que nuestro cuerpo se libere e ingrese en un estado de pureza, activando distintas zonas del cuerpo, es así que le damos lugares mas preponderantes a la memoria.
Semanalmente
Poder llevar acabo meditaciones semanales traería consigo excelentes beneficios para nuestro cuerpo, manteniéndonos mas jóvenes.
El lugar indicado
En nuestro recorrido por el mundo de la meditación, debemos comenzar preparando un lugar para poder llevarla acabo. Esto sera de suma importancia, puesto que en dicho sector debemos acoplar minuciosamente cada una de las cosas que nos permita transportarnos, es así que podemos ubicar una manta en el suelo, poner pétalos de flores para aromatizar, es de gran importancia mantener una luz tenue y que no ingresen sonidos del exterior.
El tiempo indicado
Cuando se habla de tiempo en esta sociedad capitalista, se entiende como tal el usufructuo del mismo para otras actividades. Y en la meditación el tiempo es la clave con la que uno puede mejorar, el desarrollo de otras actividades. Dedicarle 5 o 10 minutos en un comienzo a la meditación, te va ir ayudando a ordenar tu vida diaria.
Encontrar tu ser interior
El hecho de poder encontrarnos con nuestro ser interior y generar un mecanismo de entendimiento para con los demás, hará mas fácil el transcurso de tus labores diarias. Teniendo en cuenta el valor de la meditación, debes buscar la hora adecuada para ejercitar como así también, en esa hora dedicarte exclusivamente a encontrar tu ser interior.
Respirar en profundidad
Una vez establecidos los puntos anteriores y cuando ya estés dispuesto/a a comenzar con la meditación, siéntate en el lugar elegido, puedes decidir entre cerrar los ojos o mantenerlos entreabiertos, relaja tu cuerpo manteniendo una respiración profunda, inhalando por la nariz y dejándote llevar por esa sensación que te va provocando la respiración, luego limita tu pensamiento a una palabra que te traiga paz y con la que te sientas sumamente en orden.
Abstraerte
Tendrás que ir buscando poco a poco la posibilidad de abstraerte por completo y eso lo lograras repitiendo cuántas veces sean necesarias, el proceso anterior.
Clímax
Verás que una vez, que has logrado el clímax necesario para la meditación, le dedicaras mayor tiempo a este ejercicio, en el que te encuentras contigo mismos y comienzas a sentirte mejor con tu entorno. Es una transformación en el modo de vivir la vida.
