Cómo ser feliz y no morir en el intento

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Ingredientes para ser feliz

A veces se puede resumir un proyecto asemejándolo a una receta de cocina. Hay quienes son realmente felices sin tener una vida de cuentos pero sí pudiendo desarrollar todo aquello que se proponen (y con esto me refiero a cosas pequeñas, no solo a sueños inalcanzables). Lo cierto es que si pensamos por un momento qué es lo que deseamos podemos anotarlo en un papel y luego ir sumando a medida que se vaya cumpliendo. Por ejemplo: despertarse con una sonrisa suena muy prometedor, no discutir de mañana con nadie y tener un desayuno exquisito, luego tomar una ducha de agua caliente, ponerse perfume si se lo desea, y planificar cómo queremos que sea el resto de nuestro día.

Positivo + positivo

Dos signos positivos dan como resultado otro positivo, motivo por el cual si todo lo que haces desde que te levantas te hace bien, dudosamente puedas llevarte un asombro negativo. Si estás en un momento de esos difíciles y en que ves todo oscuro, no te preocupes, eres humano y normal que ocurra, pero no te acostumbres. Date tiempo para superarlo, para enfrentarlo pero vuelca tu sonrisa a diario que le dará a todo lo feo un poco de magia. Sonreír y reír son fundamentales para ser feliz.

El ejercicio de la risa

Al reír, el cuerpo produce endorfinas que son las encargadas de generar esa sensación de bienestar en el cuerpo. Podría asemejarse a lo que ocurre cuando ante una enfermedad se coloca morfina, pero de forma natural. Y, además de esto, la risa produce que el ánimo de una persona se vuelve más positivo ya que libera una sustancia denominada dopamina, al igual que otra llamada serotonina que tiene la particularidad de calmar. Así que si estás más por algo no significa que reírte a carcajadas forzosas te curará pero sí recuerda no castigarte por temas sin solución o por errores del pasado. Esta vida es una sola y qué mejor que pasarla bien cuando se pueda. ¿Sabes quién lo decide? Tú mismo: con la actitud que ponés a diario y ante cada adversidad. Pasarla bien cuando no existen problemas resulta fácil pero también hay que entender y aceptar que pasaremos por situaciones no felices y es ahí cuando debemos poner en marcha todo este mecanismo.

¿365 días de padecimiento?

Si todos los días del año sufres es porque algo anda mal en tu interior. Entonces en ese caso te recomiendo una tarea: que pienses las frases negativas que solés decir, las discusiones que solés tener en vano y todo lo que te propones y no llevas adelante. Otro consejo es que practiques algún deporte para liberar tensiones y algún hobbie para hacer aquello que te da placer. Siempre hay cosas que nos hacen bien y que postergamos por uno u otro motivo. Es hora de buscar en tu interior.

Imagen extraída de: http://portallarroque.com.ar

 

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