El Principio de Accion Positiva


En un mundo polucionado por el negativo, sólo una actitud positiva y poderosa puede salvarnos de ser arrastrados por la corriente desenfrenada del materialismo ciego y la frenética y febril carrera contra el tiempo que está contribuyendo a producir gente moral y socialmente enferma, cuyo destino será la desintegración, no sólo a nivel psicobiológico, sino que, nuestra misma casa, la tierra, está seriamente amenazada por un holocausto nuclear. Esto puede suceder si no adoptamos medidas urgentes y certeras que contrarresten la fuerza negativa de la polución mental de la humanidad.

La acción positiva, cuya semilla es el pensamiento positivo, nos enseña a actuar en lugar de simplemente reaccionar; a agarrar firmemente nuestras vidas de nuevo, en lugar de ser arrastrados por otros o por las circunstancias. Nuestra mente es nuestra mejor amiga, si la alimentamos sólo con pensamientos positivos, pero se convierte en nuestra peor enemiga si le permitimos que a ella ingresen pensamientos negativos o inútiles.

Naturalmente que el pensamiento positivo, como tal, no es nada nuevo. Pero lo que si lo es, es mirar conscientemente todo el tiempo hacia la positividad. Como sabemos, muchas terapias se enfocan en todo lo errado de nuestras vidas: experiencias traumáticas y otras experiencias negativas. El peligro que yace en esto es que podemos quedar totalmente absortos en esos eventos negativos, los cuales entonces dominarán nuestras vidas completamente.

«Trabajando en forma positiva sobre el pasado, se armoniza la personalidad, se desdramatizan los momentos difíciles. Se va la influencia negativa de los recuerdos. Trabajando en forma positiva sobre el futuro, se preparan los momentos venideros y se alejan de los pensamientos negativos. Por el contrario, impregnándose de lo negativo -lecturas, cines malsanos, búsqueda de informaciones dramáticas, pensamientos negros, charlas con gentes negativas…-, se determina la problemática futura y, ciertamente, dolorosa». Thierry Loussouarn en «Transforme su vida por la Sofrología».

Los pensamientos positivos son los únicos que nos permiten acumular fuerza interior y nos capacitan para ser constructivos. Los pensamientos positivos son los que siempre dan beneficio en todas las situaciones, sin atraparnos en la apariencia externa de una circunstancia. Pensar positivamente, significa ver los problemas y reconocer su realidad, pero al mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones a ese problema.

Nuestro cuerpo también experimenta gran beneficio, como será ampliamente explicado, ya que cuando nuestra mente está en equilibrio y armonía, somos menos sensibles a las diferentes enfermedades. Se somatiza el positivo. Una actitud positiva nunca permite la falta de esperanza o que la confusión entre en la mente y por eso nos ayuda a mantener nuestra dignidad y nuestro autorrespeto.

Sin embargo, no es suficiente con querer pensar positivamente; debemos primero revisar nuestras creencias y, sobre la base de una toma de consciencia apropiada de nuestros auténticos valores, darle una correcta dirección a aquéllas y en general, a los ocho componentes principales del Pensamiento Positivo, los cuales son:
1. Creencias positivas
2. Actitudes positivas
3. Valores positivos
4. Psicodinámicas positivas
5. Cultura positiva, normas o rutina diaria positiva
6. Memorias positivas
7. Juicio positivo
8. Método de relajación positivo
Estos ocho componentes traen como consecuencia una fácil respuesta: RELAJACION.

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accion positiva psicologia autoayuda

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