Los Hábitos Que Aniquilan La Resilencia (Parte I)

habitos que aniquilan la resilencia

En  posteos anteriores te contamos Que es la Resilencia y como desarrollarla, y como gracias a ella podemos superar y reponernos a ciertos hechos traumáticos de nuestra vida. Existen ciertos habitas que aniquilan la resilencia.

Aunque el hecho de ser resilentes por naturaleza no implica necesariamente que lo seamos. Muchas veces solemos sabotear y ser nuestro peor enemigo cuando enfrentamos situaciones adversas.

En este posteo te contaremos cuales son los hábitos que aniquilan la resilencia. Conociendo esos hábitos, podrás luchar contra ellos y mantener tu resilencia indemne.

Hábitos que aniquilan la resilencia

El tomar los problemas con un obstáculo insalvable

Cuando te enfrentas a un problema, puede que lo tomes como un obstáculo para conseguir tus metas. Pero pasada la primera impresión, aparece la resilencia, esta hace que enfrentes esos problemas como un desafío. Lo que te prepara para enfrentar la adversidad como un gran optimista.

El inconveniente de esto, y allí es donde radica el problema. Es que hay personas que no ven al problema como un desafío, sino como algo insalvable e irresoluble. Esta visión tremendista es uno de esos hábitos que aniquilan la resilencia, y no permiten que esta aflore en nosotros.

El sobredimensionar un problema hace que la solución no se encuentre, lo que nos sume en la desesperación y el desánimo.

Resistirse a los cambios

Los cambios son una parte necesaria en la vida, si no se producen, el estancamiento se hace presente. A veces no es sencillo aceptar los cambios, porque estos cambios no son lo que buscábamos o queríamos, pero se producen y no podemos evitarlos.

Lo único que nos queda es aceptar los cambios y tener un nuevo comienzo (puedes leer nuestro posteo donde tratamos este tema), eso es parte de la vida.

Echarle la culpa a los demás

El culpar a los demás puede ayudarte a eliminar tensiones momentáneas. Pero si persistes en culpar a los demás, quedarás anclado en el mismo lugar una y otra vez sin saber qué hacer. Tus padres, tus amigos, tu pareja, tu jefe, tus vecinos, el mundo en general siempre tiene la culpa de todos tus males, y tú, eres un absoluto inocente que soporta las injusticias del mundo.

El ponerte en víctima no te ayudará en lo absoluto, si quieres que tu resilencia aflore, debes hacerte cargo de lo que has hecho mal, o de lo que no has hecho. El echarle la culpa a los demás te distrae de tus objetivos, y no te permite ver y subsanar tus errores.

En el posteo siguiente seguiremos tratando este apasionante tema sobre los hábitos que aniquilan la resilencia.

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