Los niños y adolescentes no están libres de la depresión. Según recientes estudios llevados a cabo por psiquiatras y psicólogos del Hospital Clínico de Barcelona, del Hospital Sant Joan de Déu y del Western Phychiatric Institute and Clinic, de Pittsburgh, el aumento del estrés, producto de la actual crisis, pero también la presión y exigencias inherentes a la sociedad de consumo, han hecho dispararse los casos de depresión y otros trastornos psicológicos entre niños y adolescentes.
Es preocupante que uno de cada diez adolescentes padezca depresión, pero lo es más que la sociedad lo ignore y no tome medidas para atajarlo. La adolescencia es una etapa clave en la vida psicológica del ser humano. Durante ella, muchos de las aptitudes y valores, de la personalidad, en suma, que se había ido elaborando desde la niñez, se despliegan con una celeridad quizá incontrolable para algunos. Pero también en la etapa infantil, los niños más pequeños pueden sufrir depresión. Según la asociación psiquiátrica Aepnya, un 2% de los niños entre 6 y 12 años, la sufren y quizá, por sus especiales características, de una manera más penosa que muchos adultos.
La causa de la depresión en adolescentes y niños obedece a muchos factores, también de índole fisiológica. Los profesionales han alertado sobre cuáles pueden ser los signos propios de la depresión en adolescentes y niños. El mal humor persistente, la tristeza continua, cambios en los hábitos alimentarios, cambios repentinos en hábitos y preferencias… pueden ser síntomas a tener en cuenta.
Y, sobre todo, aunque el expediente académico sea importante, los padres nunca deben dar prioridad a los estudios sobre la salud psicológica de sus hijos. Muchos de los trastornos psicológicos más graves que padecen niños y adolescentes tienen origen en la presión que sufren en la escuela o instituto. Suspender un examen, incluso no llegar a la nota deseada, puede originar depresión e incluso, en casos extremos y en verdad tristes, suicidio.
JM-ZgZ
