Tener la conciencia tranquila es la máxima expresión de bienestar interior y de plenitud, por tanto, es muy importante cuidar de uno mismo para tener una vida coherente con los valores y creencias. Evidentemente, no todo resulta tan sencillo porque los humanos tenemos luchas internas y tenemos la capacidad de ir en contra de lo que sabemos que es adecuado para nosotros. ¿Cómo tener la conciencia tranquila?
Confía en ti mismo
En primer lugar, confía en ti mismo y en tu capacidad para vivir de acuerdo a tu propio criterio. Deja de lado el qué dirán porque lo más importante es lo que tú pienses de ti porque tú puedes ser tu mejor amigo o tu peor enemigo. Anímate a cuidar de ti de una forma consciente.
Ten claro tu orden de valores y toma esas normas como unas pautas de actuación efectiva. Los valores marcan la brújula personal del obrar correcto.
Haz el bien
La mejor decisión que puedes tomar en tu vida es la de seguir el camino del bien ya que el bien reporta grandes beneficios en sí mismo: autoestima, confianza, motivación, fuerza… Aún así, errar es humano por eso, ante este tipo de situaciones conviene rectificar los pasos y pedir disculpas con dignidad.
Existen consejos básicos para tener la conciencia tranquila: en primer lugar, trata a todo ser humano de acuerdo a su dignidad, las personas no son un objeto. Valora la intimidad personal de cada uno. Observa el lado bueno de cada ser humano que es un tesoro lleno de virtudes. Guarda los secetos de las personas que han confiado en ti, evita decepcionar a quien ha apostado por ti, devuelve amor a los que te ofrecen su mejor lado e intenta ser comprensivo con quienes no tienen una actitud adecuada ante la vida. Es adecuado comprender para estar bien.
Despide cada día dando las gracias por los momentos más felices de esa jornada. Anímate a ser más feliz con menos porque lo importante es quien eres y no aquello que tienes.
