El cambio de hora afecta de una forma directa en el estado de ánimo de muchas personas porque algo tan simple en apariencia como el retraso de una hora en el reloj que se produce este sábado de madrugada, implica mucho más a nivel vital.
Damos la bienvenida al calendario otoñal, dejamos atrás las interminables tardes de sol, luz y alegría para adaptarnos a una vida más hogareña, con más frío y en muchos casos, con menos relaciones sociales.
Cómo afrontar el cambio de hora
1. En primer lugar, aprovecha los días y adapta tu agenda a la nueva rutina. En otoño puede ser muy agradable quedar a comer con un amigo, ir al cine a la primera sesión, salir a pasear a primera hora de la mañana… La clave del tiempo es aprovecharlo bien pero en más de una ocasión, somos expertos en malgastar los minutos.
2. No dejes que la etapa otoñal te haga caer en el sedentarismo. Puedes apuntarte a alguna actividad deportiva, salir a caminar todos los días a la misma hora, subir por las escaleras en vez de usar el ascensor… Utiliza ropa cómoda adaptada a esta época del año para estar abrigado. También es una buena época para jugar a pádel.
3. Durante los primeros días, puede que notes mucho el cambio de hora. En ese caso, puedes llevar el reloj adelantado diez minutos para no perder el ritmo.
4. Disfruta de los grandes placeres del otoño como la agradable sensación de llegar a casa después de un día duro de oficina.
5. Relativiza los efectos del cambio de hora ya que salvo pequeños cambios en el ritmo de sueño y también, alguna posible alteración del apetito, se trata de síntomas que son totalmente llevaderos y que no entorpecen la vida diaria.
