Aunque te pueda parecer que dormir en camas separadas sea un signo de que vuestra relación no va bien, realmente se trata de todo lo contrario y puede llegar incluso a salvarla. Si tu pareja (o tu) hace mucho ruido, le gusta ver la televisión antes de acostarse, se mueve demasiado o simplemente ocupa todo el espacio, tal vez deberíais plantearlos dormir en camas separadas.
Lo más importante antes de tomar esta decisión es que los dos debéis estar de acuerdo. No tiene por qué significar que ya no estáis enamorados o que el amor se está resintiendo. Simplemente, pensáis que descansaréis mejor de este modo y estaréis de mejor humor durante el día, así como menos resentidos con la pareja.
Esto no significa que los momentos de intimidad deban desaparecer. Si no tenéis mucho tiempo para dedicaros mutuamente durante el día, lo ideal es pasar un rato juntos en la misma cama antes de acostaros, viendo la televisión, hablando o intimando. Cuando sea la hora de acostarse, cada uno se va a su cama a descansar, y ya volveréis a estar juntos al día siguiente.
