Una de las grandes preocupaciones en Estados Unidos, y en el resto del mundo debido a la posibilidad de que se sucedan eventos de este tipo, son los tiroteos masivos en edificios escolares. De acuerdo a distintos estudios, hay rasgos similares en el perfil psicológico de los jóvenes que han decidido ingresar a la escuela con armas de fuego y disparar a niños, adolescentes y adultos por igual.
Datos aterradores
Los estadounidenses representan el 4,4 por ciento de la población mundial, pero tienen en su poder el 42% de las armas de fuego de todo el mundo. Esto sería un primer acercamiento que permite entender porque hay tantos tiroteos: el acceso a las armas de fuego es sumamente sencillo.
En un análisis realizado por Adam Lankford, catedrático de la Universidad de Alabama, se registra que el 31% de los tiradores responsables de disparar contra masas entre 1966 y 2012, eran de nacionalidad estadounidense. Según Lankford, el índice de propiedad de armas está directamente relacionado con las posibilidades de que un tiroteo masivo suceda. Por eso Bowling for Columbine lo retrató tan bien, y por eso el tiroteo de Texas ya no sorprende a nadie.
La influencia cultural
Si bien los tiroteos masivos pueden darse en cualquier parte del mundo, Estados Unidos es el epicentro y el principal motivo podría ser cultural. Mientras que países como Australia o Reino Unido decidieron restringir el acceso a las armas luego de tiroteos masivos, en Estados Unidos siempre se ha considerado que el derecho a un mercado desregulado para acceder a armas de fuego es más importante que las pérdidas humanas ocasionales de un tiroteo de estas características.
El perfil psicológico de los responsables
Los motivos que llevan a un individuo a abrir fuego contra la gente, nos demuestran que la canalización de la ira y la frustración a través de la violencia es el camino que muchos eligen en el día a día. Solamente en un 5% de los casos de tiroteos, el responsable sufría una enfermedad mental. En la mayoría de los casos encontramos desencadenantes que van desde el abuso físico familiar hasta el bullying, el abandono familiar o el historial criminal familiar.
Esto no justifica sus actos, pero permite entender y trabajar sobre determinados rasgos y situaciones que pueden servir como caldo de cultivo a un tiroteo de estas características. Hay otras características similares entre los responsables, como son:
- Los ataques fueron premeditados, planeados con cuidado y no el resultado de una enajenación mental momentánea.
- En el 100% de los casos había un interés muy marcado por las armas de fuego.
- La violencia no fue repentina. Puede trazarse un historial lento y complejo, que poco a poco fue ganando entidad en la mente de los jóvenes que abren fuego contra sus semejantes.
Mientras no haya un trabajo serio relacionado con el acceso a las armas de fuego en Estados Unidos, y las conductas abusivas por parte de los jóvenes, es esperable que se repitan estos hechos atroces.