La motivación de los estudiantes es la que está relacionada con los intereses del alumno, la necesidad de participar y tener éxito durante el proceso de aprendizaje. En general se acepta que la motivación del estudiante tiene un papel clave en los resultados académicos.
Hay dos tipos de motivación de los estudiantes: la extrínseca y la motivación intrínseca. A continuación se explican detalladamente estos dos tipos.
La motivación extrínseca se define como el interés por participar en una actividad para obtener recompensas o evitar castigos. Los estudiantes motivados extrínsecamente realizan sus tareas para obtener buenas notas o la aprobación de un profesor. Más o menos, todos los estudiantes tienen una cierta cantidad de motivación extrínseca.
La motivación intrínseca, por otra parte, es la relacionada con la participación del estudiante en una actividad por la tarea en sí misma, por el placer que ésta proporciona. Un estudiante que está intrínsecamente motivado se implicará más en el proceso de aprendizaje, ya que no sólo buscará la aprobación de profesores, sino que irá más lejos. En comparación con la motivación extrínseca, la motivación intrínseca es más deseable (aunque también más escasa, sólo unos pocos estudiantes la poseen), ya que el alumno que la posea querrá aprender de forma activa no por lo que esto le puede aportar, sino por el placer que le proporciona aprender, por lo que su motivación será más duradera y logrará mejores resultados.
Además de motivación, a los estudiantes también les van bien los trucos para mejorar la memoria.
