Las afirmaciones positivas, simplemente por el hecho de hacerlas, tienen una gran influencia sobre nuestra psicología. Pueden hacerse en silencio, en coz alta, por escrito o incluso cantando. Con sólo 10 minutos cada día dedicados a hacer afirmaciones positivas, se puede conseguir en poco tiempo dejar atrás los viejos hábitos mentales.
Las afirmaciones deben hacerse siempre en futuro para que sean lo más efectivas posible, no en futuro; es decir, como si ya se hubieran cumplido. Por ejemplo, hay que utilizar frases del tipo “tengo un buen empleo” en lugar de “voy a tener un buen empleo”. Para conseguir algo, primero tienes que creerlo posible y, sorprendentemente, si lo dices suficientes veces al final lo creerás.
Por otra parte, las afirmaciones deben ser positivas, nunca deben empezar con un “no”. Esto es porque si utilizamos la negación, nuestro cerebro asimilará aquello que no queremos conseguir, en lugar de lo que sí queremos.
creo que debe agregarse la regla de ampliar y mantener Buenos amigos porque son como una segunda familia que nosotros escogemos
Muy buena observación, muchas gracias.