El cambio esta en vos

Cuando nacemos, no diferenciamos entre lo que somos y lo que nos rodea, nos encontramos en el proceso de formar la personalidad, en dicho momento no distinguimos el “yo” del resto de las personas y o cosas. Es así que a lo largo de nuestros primeros pasos en este mundo vamos aprendiendo a desarrollar estas distinciones del “yo” con el resto, de tal modo iremos edificando nuestra personalidad.

La historia forja parte de la personalidad

Tanto mujeres como hombres presentan distintas personalidades, los hay tímidos, extrovertidos, pensantes o impulsivos, están los enérgicos y los mas tranquilos. Una variedad infinita de personalidades conformadas por sus propias historias. Esa historia que fueron creando con sus alrededores y que fue argumentando lo que cada uno de ellos es en la actualidad.

Entender que uno está en un error

Y tal es el sentido de esa personalidad que muchas de esas personas creen que el cambio no existe, que modificar algunos aspectos es prácticamente imposible y dichos atributos los seguirían por el resto de su vida. Pero si nos detenemos un instante vamos a darnos cuenta cuando errado están. Pues si cada uno formó la mencionada personalidad, esta en cada uno en poder cambiarla.

Lo que quiero de mi

El cambio esta en uno, en lo que pretende de si mismo, en convencerse de que puede ejecutarlo. Si nosotros fuimos formando nuestra personalidad, más allá de todos los condimentos externos, nosotros somos los que podemos cambiar el afuera para modificar el adentro.

Encontrarse a uno mismo

Sólo es cuestión de apuntar a encontrarnos con nuestro ser interior, ver que es lo que deseamos cambiar, y establecerlo como un objetivo único e indeclinable. Los seres humanos somos independientes por ende, el cambio esta en vos, con el esfuerzo propio podemos alterar todo eso que no creemos bueno.

El comienzo del cambio

Ponte una meta, entabla una balanza entre lo positivo y lo negativo, lánzate a la experiencia de provocar el cambio. El cambio es un proceso constante que hay que afrontar teniendo en cuenta la posibilidad nata de que en ese andar tropecemos varias veces con la misma piedra.

Manejar los cambios

Por eso hay que aprender a manejar este tipo de recaídas, entender que son parte del mismo cambio, cuyo error nos puede favorecer y ayudar a comprender que es lo que en realidad queremos cambiar, a donde se encuentra nuestro propio interés, poder dejar lo que nos hace daño a nosotros mismos y por consecuencia a los que nos rodean.