Cuando Angelina Jolie bajo mucho de peso en el 2007, ella se lo atribuyo a la ocupación por cuidar a su nueva y numerosa familia, además de la cantidad abrumadora de actividades benéficas que estaba realizando mientras elaboraba el duelo por la muerte de su madre. Pero, al parecer la actriz no es la única que saltea comidas a causa de las presiones emocionales. Cada vez son más las personas que en situación de estrés, sienten que se les cierra el estomago y empiezan a adelgazar de manera notoria. Los psicólogos sostienen que la estresorexia es un término que se utiliza de manera informal para relacionar el estrés laboral o emocional con algún tipo de desorden alimentario.
En general solíamos oír que la mayoría de las personas comían más cuando sentían ansiedad o estrés. Pero al parecer, ahora estaría ocurriendo todo lo contrario, debido a que la ansiedad y el estrés pueden llevar a la pérdida del apetito, pero eso no significa haber desarrollado un trastorno alimentario. Aunque cuando se prolonga por mucho tiempo, esta alteración tiene consecuencias físicas a largo plazo. Si preexistían problemas de desordenes de la alimentación, una situación laboral muy estresante o una sobrecarga de preocupaciones pueden ejercer como desencadenantes.
Esta alteración se produce en personas sobreocupadas y abrumadas por las responsabilidades debido a que lamentablemente, en la mayoría de los ámbitos laborales no existe una cultura detrabajo saludable. Tácitamente se les da a entender a los empleados que salir a almorzar no es bien visto, o se incentiva el hecho de comer poco y nada, sentados en el escritorio.
Yo antes de que consiguiera mejorar mi autoestima, compajinar mi vida personal con todas mis ocupaciones me estresaba enormemente.
Es muy revelador que cómo cuando logré subir mi autoestima, de repente mi amor propio, el respeto por mi mismo que de nuevo había recuperado, hizo que yo no me PERMITIERA degenerarme con el estrés y que comenzara a controlar mucho mejor todas las situaciones que me generaban estrés a fin de protegerme y respetarme.
Una sana autoestima es sin duda, un canal que nos conduce a reducir el estrés.
Gracias,
Cristóbal Tobal