Un segundo artículo en el que continuaremos hablando acerca de la Inteligencia Emocional y los diferentes hábitos que pueden tener en cuenta. Tengamos en cuenta que estas personas tienen la capacidad de manejar los sentimientos propios y los ajenos. Sus comportamientos y hábitos ayudan en la capacidad de gestacional las emociones propias y entender los sentimientos de las demás personas.
Pueden hablar de sus sentimientos con los demás
Los expertos en la materia señalan que las personas que son emocionalmente inteligentes tienen la capacidad de hablar de los sentimientos con otras personas.
No solo tienen la capacidad de hablar de sus sentimientos en público sino que están dispuestos a demostrarlos. En ocasiones las personas son empáticas y se encuentran en sinfonía con sus emociones, pero tienen una lucha interna de no compartir los sentimientos con otras personas. Las personas que son emocionalmente inteligentes no solamente entienden de los sentimientos sino que los pueden expresar de manera adecuada y, lo hacen.
Pueden identificar de forma correcta las causas de sus emociones
Las personas que tienen una buena inteligencia emocional tienen la capacidad de identificar de forma correcta las causas de sus emociones. Pueden ver claramente las situaciones y llegan a identificar el origen de los sentimientos. Si bien al comienzo puede parecer una labor fácil en realidad no lo es, ya que la vida emocional de los seres humanos puede llegar a ser complicada. Es importante llegar a localizar la fuente exacta de los sentimientos puede ser difícil, especialmente en los casos vinculados a las emociones fuertes, como el odio y el amor.
Estas personalidades tienen diferentes aspectos que se consideran como positivos, por ejemplo, aprender continuamente y crecer hasta lograr su independencia. Es muy importante que las personas traten de estar en un continuo crecimiento, evolucionando, abiertos hacia las nuevas ideas. Suelen ser pensadores críticos y encontrarse dispuestos a cambiar de opinión si encuentran una idea superadora.
Uno de los componentes más importantes de la inteligencia emocional es la autoconciencia. Se trata de la capacidad de reconocer los diferentes estados de ánimo, sentimientos y emociones. Una de las partes de la autoconciencia implica el ser conscientes de las emociones y estados de ánimo, influyendo en otras personas. Esta es una capacidad muy positiva, la de controlar los propios estados emocionales, uno de los fundamentos de la inteligencia emocional.
Otro aspecto que debemos mencionar es la empatía, la misma implica la capacidad que tienen las personas de comprender las emociones de otras personas. Las personas que tienen inteligencia emocional pueden llegar a saber lo que los demás están sintiendo en ámbitos diferentes de la vida, como en el trabajo, en la escuela, etc.
Cuentan con la capacidad de poner límites claros y ser firmes. Si bien suelen tener un carácter amistoso pueden poner límites claros y hacerse valer cuando es necesario. Muestran signos de cortesía y consideración, pero se mantienen firme al mismo tiempo.
Son personas que no generan enemigos innecesarios. Siempre piensan antes de hablar y se toman el tiempo para calmar sus emociones cuando éstas parecen ser abrumadoras. Suelen respetar los tiempos y los compromisos de los demás y aceptan cuando les dicen que ‘no’.
