Pareja tóxica

Cómo elegir a la persona correcta

Si crees que tu relación es tóxica es porque tienes en parte también la culpa. Uno elige lo que considera que es mejor para sí mismo, pero cuando no se está del todo bien, dicha elección puede terminar perjudicando. Por más trillado que quede, todo es una cuestión de vibra, energética. Si sos feliz, elegirás a personas que también lo sean para que te acompañen y si, de lo contrario, estás depresivo/a elegirás que tu entorno tengas las mismas características. Sería algo así como un auto boicot. Muchas personas se castigan por cosas que consideran que hicieron mal en el pasado y cada paso que podrían dar positivamente termina siendo una catástrofe.

Relación tóxica

Hay una línea bien delgada entre una relación problemática y una tóxica: en una relación que es tóxica se pierde más de lo que se gana, se sufre más de lo que se disfruta. Quienes están con personas así, dejan pasar su vida justificando el comportamiento de la otra persona y aunque resisten al dolor, no pueden vivir sin él o ella. Ahora bien, qué se considera sano o enfermizo resulta ser bastante díficil de determinar ya que para ciertas personas el estar enamorado significa andar pegoteados por la vida sin individualidades y, para otras, andar juntos pero cada uno con sus espacios. A veces también sucede que la persona necesita estar con alguien por alguna dificultad y no porque ame a alguien en particular, entonces todo se torna un círculo enfermizo difícil de desenmarañar.

Claves para saber si estás con una persona tóxica

Utiliza el dinero para lograr objetivos y manipularte tratándote como una cosa, tergiversa tus palabras para usarlas en tu contra y marearte con planteos que solo llevan a discusiones desgastantes, es muy inseguro y por ello muestra tener un caracter aberrante y fuerte para manejar la relación a su antojo, no acepta propuestas para mejorar o cambiar la relación y se queja constantemente echándote la culpa de absolutamente todo lo malo que ocurre sin comprender que el vínculo se construye de a dos y si existen culpables son dos, al igual que si hay aciertos. Muchas veces estas personas son violentas porque en su niñez recibieron maltrato (tanto físico como piscológico), castigos severos, abandono en algún modo, desigualdades en cuanto a otros miembros de la familia o humillaciones. Lo mejor e ideal en estos casos es que la persona que imparte violencia acuda a un profesional de salud mental y la otra persona también lo haga por separado para no repetir una elección tan errónea.

Miedos reales

Suele ocurrir que llega un punto en que la persona dominada se cansa y quiere cortar el vínculo pero, por miedo a recibir alguna represalia, no lo hace. Sigue aguantando que se la critique y juzgue todo, es denigrada por todo tipo de logro que consiga, subestima a ésta y su entorno, sigue recibiendo amenazas, torturas, controles desmedidos e inclusive no tiene siquiera la libertad de usar la ropa que más le gusta porque es considerada una persona no seria.

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