El aprendizaje es un proceso por el cual se consigue cambiar dentro del cerebro la imagen o el pensamiento sobre un tema u objeto en cuestión. El preparar el cerebro para que se abra y pueda captar lo que se quiere aprender, suele ser un proceso complicado para muchas personas que se pasan horas y horas para aprender algo, o para otras que simplemente con leer una vez ya se les queda en la cabeza.
El primer factor importante para aprender es tener ganas y motivación, ya que lo que se estudia sin motivación siempre cuesta más mantener en la cabeza, además de distribuir bien el tiempo para no sobrecargar la mente.
Después de esto hay algunos pasos o imágenes por los que se puede dejar guiar o atribuir para recordar ciertas cosas, así, esto puede darse por asimilación de parecidos, contrastes, asimilación, interés o relaciones entre una cosa y otra.
Después de conseguir asimilar lo aprendido, hay que conseguir una síntesis de ellos para conseguir que se establezcan dentro del cerebro. Esto recibe el nombre de leyes, y puede ser unas cuantas:
– Ley del efecto: Tratar de asociar cosas o recuerdos agradables para que así el cerebro se abra más y le sea más fácil quedarse con lo que gusta o lo que se tiene interés por recordar.
– Ley del ejercicio: El estudiar repetidas veces o repasar en determinados espacios de tiempo hará que se establezca mejor lo aprendido dentro del cerebro, o que cueste más olvidarlo.
– Ley del fin: Saber donde está la finalidad de lo que estudiamos, para que al vernos cerca de ello sea un estímulo para el cerebro.
