En ocasiones, se trata a la pereza como si fuese una especie de estigma, una actitud reprochable moralmente. Sin embargo, dar rienda suelta a la pereza y no hacer nada en ciertos momentos es una necesidad real desde el punto de vista de la salud. La salud es un concepto que va más allá de lo físico y también remite al plano emocional. En Psicología y Autoayuda te damos las claves.
Cuándo ser perezoso
1. En primer lugar, cuando sientes que llevas una temporada bajo una enorme presión, prácticamente no tienes tiempo para estar con tus amigos y el peso de estar ocupado se ha vuelto una obligación, entonces, puede que sea oportuno hacer una pausa y parar el ritmo.
2. Cuando quieres dar prioridad a otros espacios en tu vida. Por ejemplo, compartir tiempo coon un ser querido que está pasando por un momento complejo y te necesita más que nunca. En ese caso, aunque sientas que estás dejando de lado otros asuntos, en realidad, estás haciendo lo más importante del mundo: dar cariño a otro ser humano.
3. Cuando te machacas por el exceso de perfeccionismo, entonces, tienes que aprender a parar y poner cada cosa en su contexto: ¿Acaso hay algo que sea tan importante como tú mismo y tu bienestar?
4. Los adultos vamos perdiendo ingredientes de inteligencia emocional muy importantes en el proceso de madurez y los niños pueden darnos lecciones de vida. Todos fuimos en su momento niños, por tanto, vuelve a jugar como cuando eras pequeño: jugar es disfrutar.
5. La casa es para vivir. Existen personas que se vuelven esclavas de las tareas domésticas y olvidan que el hogar es un lugar para vivir y estar bien de verdad. Tu hogar es el mejor lugar para descansar y desconectar de todo porque es tu espacio personal por excelencia.
6. Durante el fin de semana, busca momento para no hacer nada: ¿Cómo aprovechar de verdad el fin de semana? Gestionando los tiempos.