Existen personas que se vuelven una compañía tóxica porque tienen la habilidad poco constructiva de quejarse por todo, es decir, de encontrar defectos incluso a las buenas intenciones de los demás. La queja es muy cómoda, sin embargo, las personas que se quejan tanto deberían de pensar más en qué pueden hacer para mejorar su vida.
Además, quienes critican ciertas actitudes en los otros deberían reflexionar sobre cómo construir en lugar de destruir a través de la palabra y la acción: anímate a tomar las riendas de tu vida para ser feliz.
¿Cómo cambir el chip?
Coaching para poner freno a la queja
1. Cambia cada queja que venga a tu mente por una posible solución. Es más pragmático vivir en contacto con la vertiente práctica de las cosas.
2. El filósofo Jean Piaget define la inteligencia como «lo que utilizas cuando no sabes qué hacer». Sin embargo, existen otras personas que lo que hacen cuando no saben qué hacer es quejarse o quedarse de brazos cruzados. Anímate a seguir los pasos del filósofo Jean Piaget, utiliza tu creatividad, tu sentido común y tu inteligencia para ampliar tus horizontes.
3. Súmate a la moda del estilo de vida activo porque la vida es mucho más gratificante y conectas más con el pensamiento positivo cuando te pones en movimiento y haces deporte. El deporte es una filosofía positiva porque no sólo activa el cuerpo sino que también te ayuda a poner la mente en forma al ponerte en movimiento hacia tus objetivos con una actitud positiva.
4. Vive más en contacto con el plano del pensamiento para centrarte en cómo son las cosas en realidad desde un punto de vista real y no en cómo son tus hipótesis y deducciones sobre esa realidad que puede que no encaje a la perfección en la verdad de las cosas.
