Primero que nada, nos gustaría recordarles que nada puede sustituir a un profesional de la salud y que un diagnóstico oportuno y confiable de un médico especializado es la mejor herramienta de la que se puede disponer.
Existen, además, casos de depresión severos en los que no basta con los consejos que se dan a continuación, o bien en los que la depresión es tan severa que simplemente no se puede salir por sí mismos. Por último, existen otros casos en los que la depresión se da por algún problema físico, en cuyo caso, se requiere de una terapia y atención psicológica e incluso psiquiátrica, según sea el caso.
Sin embargo, para cuando más que una enfermedad, se trata de un estado de ánimo persistente, se pueden seguir una serie de pasos que resultan realmente favorables.
Primero, ¿por qué es que nos sentimos felices?
La felicidad ha sido asociada con éxito a unos químicos producidos de manera natural en el cuerpo, llamados endorfinas. Estas endorfinas se producen tras realizar una serie muy diversa de actividades, algunas tan simples como escuchar nuestras canciones favoritas, pero a veces, no son suficientes. Entonces parece estar claro, hay que buscar cosas que nos provoque liberar endorfinas, pero, ¿cómo? El problema con la depresión es que nos quita las ganas de realizar cualquier actividad o bien, nos inhibe la capacidad de disfrutar cualquier actividad. Esta es la parte más complicada, ya que la esta condición se resolvería si realizáramos diversas actividades de nuestro agrado, pero no tenemos ganas, así que no las hacemos y, en consecuencia, no nos curamos.
Hay varias formas de liberar endorfinas, pero las más efectivas son:
- conviviendo con alguien que nos guste
- realizando ejercicio periódicamente
- duchándose todos los días (sí, después de una larga ducha liberamos endorfinas) o bien
- dándonos el tiempo de leer un buen libro que sea de nuestro total agrado.
