Muchas parejas luego de formalizar su relación sentimental a través del matrimonio, consideran excelente idea la planificación de la llegada de los hijos, pues es el momento donde la llama del amor está más viva y ambos se hacen muy felices. Sin embargo se ha dicho que la llegada del primer bebé traerá muchos cambios a la relación de la pareja, pues es evidente que la crianza de un hijo amerita de sumo cuidados y mucho tiempo de dedicación, por lo que la mujer ya no tendrá suficiente tiempo que darle a su esposo de igual manera que lo hacia antes, pues alguien más (el bebé) la mantendrá ocupada. Y por otro lado la parte del padre será cuidar que no falte nada a la criatura, pues deberá mantener los gastos en cuanto a medicinas, ropa, pañales, leche, entre otros muchos gastos a los que antes no estaban acostumbrados.
Así que la dedicación de cuidar a un bebé en muchas ocasiones afecta en parte la relación de la pareja, pues se puede ver quebrada la comunicación que mantenían ya que dedican su tiempo en otras actividades que de lo único que se enfocan en hablar es del bebé, dejando a un lado su intimidad y buena relación, este es el motivo principal por el que muchas parejas inician sus problemas y afectan la relación.
Lo ideal para que todo marche muy bien es afrontar juntos la vida que se le esta presentando, es decir, ambos deben participar en la crianza del bebé sin descuidar su propia relación, y no caer en las contradicciones, ni discusiones comunes, esto los alejará aún más al uno del otro. Los conflictos durante la crianza de un hijo pueden ser motivos para la mujer de deprimirse y mantener un estado de ánimo incorrecto y distanciada de su pareja y por el otro lado, los conflictos permitirán que el hombre se siente mejor fuera de casa que dentro de ella, por lo que es mejor conciliar un acuerdo y compartirse las actividades sin olvidar el día que con tanto amor planificaron la llegada de su bebé.
