¿Sabes si tienes un trastorno compulsivo obsesivo (TOC)?
Este trastorno mental se caracteriza por tener pensamientos, ideas o comportamientos repetitivos que nos impulsan a realizar determinadas acciones. Las personas afectadas tienen que recurrir a ciertas formas de comportarse para tranquilizarse y calmar esa obsesión o ansiedad.
Además, si quienes padecen este trastorno no pueden realizar esas acciones entonces se muestran ansiosos e interfieren en su vida diaria hasta el punto de llegar a ser en algunos casos un problema discapacitante. Actualmente se considera que este problema lo sufre cerca del dos por ciento de la población.
¿Cuáles son las obsesiones más habituales?
Lavarse las manos varias veces es una de las obsesiones más habituales en los trastornos compulsivos.Se desconocen las causas que desencadenan los trastornos compulsivos obsesivos, pero lo genes pueden influir, al igual que el funcionamiento deficiente de determinadas áreas del cerebro. Las obsesiones más comunes de esta clase de trastornos son:
- el temor a contaminarse,
- a causar daños a otros,
- escrupulosidad,
- necesidad de simetría,
- de decir o confesar,
- rezar constantemente…
- Y las respuestas a estas obsesiones son lavarse en exceso, repetir una acción hasta que se hace perfecta, ordenar, acumula, contar objetos, etc.
El TOC es un trastorno de ansiedad similar a otros como la agorafobia o la fobia social y puede aparecer a cualquier edad. En cuanto a la prevalencia, estudios recientes sitúan la prevalencia global en un 2,5 % y una prevalencia anual del 0,5 al 2,1 %. Aunque debido a la complejidad de este trastorno es complicado determinar un sistema de valoración fiable, por eso se tiende a pensar que las tasas de prevalencia son más bajas. En niños y adolescentes se habla de una prevalencia global del 1 al 2,3 % y una prevalencia anual del 0,7 %.
¿Cómo tratar los trastornos compulsivos?
En cuanto al tratamiento existen distintas alternativas farmacológicas, que en algunas ocasiones se combinan con terapias cognitivo-conductuales.
En estos casos la homeopatía supone una opción a considerar. Sin elementos tóxicos y efectos secundarios, los medicamentos homeopáticos se emplean en el tratamiento de la ansiedad. Además, no crean adicción y no presentan interacciones medicamentosas.
En estos casos, se suelen recomendar medicamentos homeopáticos que usen principios activos como la Ignatiaamanra, Gelsemiumsempervirens, Aconitumnapellus, Calendulaofficinaliso Argentumnitricum, entre otros. También se recomiendan medicamentos homeopáticos como Sedatif, cuyo uso está aconsejado para aliviar trastornos emocionales y de ansiedad acompañados en ocasiones de posibles trastornos del sueño, muy usardo también para calmar la ansiedad en adicciones.