Todos hemos experimentado alegría en nuestra vida antes, pero ¿sabes cuáles son los cuatro elementos de la felicidad? En este artículo, te presentaremos los cuatro neurotransmisores que pueden aumentar tu sensación de alegría y plenitud.
Las hormonas serotonina, dopamina, oxitocina y endorfinas (EDS) se denominan como el cuarteto de la felicidad. Una vez liberadas, provocan una agradable sensación de calor humano. Cada persona puede desencadenar su propia felicidad a través de comportamientos específico, porque, como sabemos, la felicidad es un sentimiento subjetivo.
Lo más curioso de estos cuatro elementos esenciales de la felicidad es que no tienen nada que ver con la cantidad de dinero que tienes, ni con el estatus que tienes o el puesto que ocupas. Cada individuo puede reducir sus sintomas ansiedad y ser feliz por su cuenta de una forma sencilla, como explicamos a continuación. Continúa leyendo y aprende las claves de la felicidad.
El papel de las sustancias en el desencadenamiento de la felicidad
Las sustancias que componen el cuarteto de la felicidad interactúan y tienen sus propios efectos específicos. La serotonina, la dopamina, la oxitocina y las endorfinas son coadyuvantes en una fórmula que, aunque no es mágica, nos llena y nos llena de felicidad.
Serotonina
Es un neurotransmisor involucrado en la regulación del estado de ánimo, el sueño, la ingesta de alimentos y ciertos procesos cognitivos. Además, ayuda a reducir los sintomas estres. Cuando la proporción de serotonina en el sistema nervioso es correcta, nos sentimos felices, satisfechos y vemos el lado positivo a todas las cosas.
Sin embargo, cuando falta serotonina, ocurre todo lo contrario. Puede provocar depresión o la aparición de tristeza, desmotivación, falta de energía y pesimismo. Por lo tanto, es fundamental mantener los niveles de serotonina en un nivel adecuado para las neuronas.
La dopamina, uno de los elementos esenciales de la felicidad
Estamos hablando de otro neurotransmisor importante para nuestro cerebro, ya que es la fuente de las sensaciones de placer. Funciona, por ejemplo, cuando alcanzamos una meta, comemos algo que amamos o compramos lo que hemos querido durante mucho tiempo.
Como la serotonina, la dopamina está involucrada en factores motivadores, pero de una manera mucho más directa. De hecho, las personas que tienen un nivel bajo de dopamina experimentan una clara dificultad para sentir placer y estar motivadas.
Además, la dopamina está ampliamente estudiada en pacientes con depresión, ya que niveles bajos de esta interfieren con el proceso de recuperación de la situación depresiva. Existen ciertos medicamentos que inhiben precisamente la recaptación de este neurotransmisor para aumentarla en el cuerpo.
Oxitocina
Es una hormona que se libera con el contacto social. Por ejemplo, con nuestra pareja, nuestros amigos y familiares, o una madre con su hijo pequeño. Se le conoce como la hormona del vínculo emocional y es esencial porque hace que la interacción con los demás sea agradable. De hecho, privarte del contacto social evitará la secreción de oxitocina, con el consiguiente déficit.
Endorfinas
Las endorfinas son opiáceos endógenos producidos directamente por el cuerpo humano. Estos son, entre otros, analgésicos naturales. Su acción desencadena una especie de sensación placentera que consigue enmascarar el dolor físico.
Los efectos de las endorfinas se pueden sentir, por ejemplo, después de un entrenamiento deportivo intenso. ¿Quién no ha experimentado esta sensación de placer después de una sesión en el gimnasio?
¿Podemos estimular naturalmente los cuatro elementos de la felicidad?
La respuesta es un sí rotundo, ya que la felicidad está al alcance, en gran medida. De hecho, es nuestra responsabilidad, no importa lo que suceda a nuestro alrededor. Entonces, estas son algunas de las cosas que podemos hacer para estimular estos neurotransmisores:
- Exponerse a la luz del sol
- Realizar caminatas regulares en lugares agradables.
- Pensar en metas futuras y recuerdos felices
- Hacer deporte
Más específicamente, los niveles de dopamina aumentan cuando celebramos los objetivos alcanzados. Entonces, una buena idea será dividir una meta en varias metas más pequeñas para celebrar cada vez que damos un paso exitoso.
En cuanto a la oxitocina, necesitamos pensar y actuar sobre las relaciones sociales para estimularlas. Por ejemplo, debemos multiplicar contactos, abrazos y caricias con las personas que amamos. El sexo también aumenta los niveles de oxitocina de forma natural, ya que es una excelente manera de conectarse entre sí.
Por último, en el tema de las endorfinas, el mayor aliado es el deporte. No se trata de hacer ejercicio extremo, sino de practicar regularmente un entrenamiento que nos dé placer con el simple hecho de movernos. Las técnicas de relajación y meditación también son útiles para guiarnos hacia la felicidad.
Liberar al cuarteto de la felicidad
En conclusión, poner en marcha el cuarteto de la felicidad depende de ti. De hecho, puedes adoptar la práctica de las actividades que acabamos de mencionar y luego observar los efectos beneficiosos sobre tu bienestar físico y emocional. Los cambios no sucederán de la noche a la mañana, pero lo más importante es ir por el camino correcto y perseguir el estado que nos hace felices.