Si no fuera porque los relojes caminan al compás de una serenata macabra.
Si no fuera porque la agilidad de mi corazón es la de un bufón enloquecido y borracho.
Sin fuera porque la mitad de mi vida no me pertenece y la otra esta del otro lado del sol.
Estaría salvado.
Si no fuera porque las brujas de los aquelarres impensados juegan con mis pensamientos.
Si no fuera porque la mañana sedienta viene a reclamarme el insomnio como un diezmo mientras los dioses de la noche sonríen.
Si no fuera porque la luna me encandila, me enceguece , me da ganas de aullar como un perro herido y el sol ya no me entibia los hombros tranquilos.
Estaría salvado.
Si no fuera porque los mares ya no se levantan ni me salpican con la saliva dulce de la humedad, ni las piedras se corren cuando ando con las manos en los bolsillos.
Si no fuera porque en la soledad de mi habitación no mastico la pena, ni fumo la soledad, ni me aferro a los bordes sinuosos de la desesperación.
Estaría salvado.
Si no fuera por todo eso, tal vez estuviera tranquilo y sereno mientras las tardes pasan doradas… pero no estaría contigo.