Todos necesitamos comer todos los días, pero en muchas ocasiones seguro que te ha ocurrido que pasas por la cocina, ves algo que te gusta y te lo comes, sin embargo, no has ido a la cocina a comer en ese momento. En otras ocasiones seguro que estás viendo la televisión aburrido y decides ir a dar una vueltita a la nevera, grave error… comer por ansiedad o por aburrimiento no es la mejor solución, por ello vamos a ver cómo evitarlo.
¿Porque la ansiedad nos da hambre?
La principal causa es que nosotros mismos tendemos a engañarnos, si hemos tenido un día malo le solemos decir a nuestro cerebro «Me voy a comer este dulce porque me lo merezco», pero no, no te lo mereces porque en verdad ese dulce no le está haciendo ningún bien a tu cuerpo.
Con el ejemplo anterior además suele ser muy común que después de comernos el dulce nos surgen los sentimientos de culpabilidad, pues esa sensación de bienestar por comer sólo dura unos tristes minutos.
Si tenemos un problema no nos quedará otra que afrontarlo, comer para que el problema se solucione no funciona, es mucho peor porque nos añade el problema de la culpa y si se hace muy a menudo el sobrepeso.
¿Cómo evitar comer por ansiedad?
Bebe agua:
Cuando creas que tienes hambre bébete un vaso de agua, si verdaderamente tienes hambre el agua no te va a quitar las ganas de comer, en cambio si lo haces por ansiedad se te pasará.
Mastica chicle:
La ansiedad hace que nos entren las ganas de comer para intentar dejar de pensar y estar entretenidos, mascar un chicle tiene el mismo resultado y es más sano.
Comer regaliz:
Si comemos aproximadamente 3,5 gramos al día conseguiremos reducir el hambre, pero no te pases pues si comes mucho puede provocar arritmias.
Cuidado con los colores:
Si te fijas las grandes compañías de comida basura siempre llevan en sus logos el color amarillo y el rojo pues estos son los culpables de poner en marcha nuestro cerebro para hacernos sentir hambre. Si compras por ejemplo algún dulce y tiene este color en la bolsa, sácalo y éntralo en una bolsa normal para evitar comerlos a todas horas.
No compres ultraprocesados:
Cuando comemos por ansiedad siempre ocurre que no nos apetece una ensalada precisamente, siempre nos apetecen los alimentos ultraprocesados tipo patatas fritas, chocolate, Doritos… lo mejor es no comprarlos de esta manera no tenemos la tentación de comerlos.
Comer con tenedor grande y plato pequeño:
Existe un gran desfase entre el instante en que una persona ha comido ya bastante y el momento en que su estómago se siente lleno. Para determinar esto último, el cerebro se fija en elementos externos, es por ello que un buen truco es comer con el tenedor grande y el plato pequeño.
Si sigues estos pequeños trucos conseguirás reducir bastante la ansiedad por comer y sobre todo siempre que pienses que tienes hambre hazte la siguiente pregunta ¿Tengo hambre realmente o es ansiedad?