Cómo Evitar Ponerte Siempre en lo Peor

Cómo Evitar Ponerte Siempre en lo Peor

Existe una actitud muy humana pero que resulta muy poco constructiva: ponernos en los peor constantemente solo nos lleva a preocuparnos más todavía por asuntos que en la mayoría de los casos se irán solucionando al ritmo propio de la vida. A veces, esta actitud es una forma de hábito aprendido que, por supuesto, puede modificarse pero hacerlo implica esfuerzo, autoconocimiento, trabajo personal y ganas de cambiar.

Al final, lo más importante es que valores qué ganas con esta actitud y qué pierdes también con ella. Sin duda, en la balanza emocional de los preocupados crónicos, pesan más los contras que los pros. Con la perspectiva del 2016 a la vuelta de la esquina, es un buen momento para abrir nuevas puertas, reflexionar sobre cambios de actitud realistas y vivir con el corazón. En Psicología y Autoayuda te proponemos un reto: evita ponerte siempre en lo peor. En algunas ocasión acertarás, pero en la mayoría, te equivocarás.

Consejos para lograr este objetivo

  1. En primer lugar, evita la anticipación de sacar conclusiones precipitadas a partir de hechos concretos en el presente. Intenta ser lo más objetivo posible en la interpretación de la realidad a partir de los datos objetivos que tienes (respaldados por hechos que has vivido en primera persona). Así evitarás dar el salto al mundo de las hipótesis y de los supuestos que puede ser infinito.
  • 2. Echa un vistazo al pasado para recordar en cuántas ocasiones te dejaste llevar por la angustia de ponerte en lo peor y, finalmente, los acontecimientos tuvieron un final feliz. Intenta cambiar tu discurso interior para valorar distintas alternativas y no quedarte únicamente con la opción más dramática en mente.
  • 3. Evita ponerte siempre en lo peor no solo porque no quieres preocuparte todavía más sino porque tampoco quieres preocupar a tus familiares y amigos. Cuando estamos viviendo una situación de estrés, debemos pensar que nuestros seres queridos se preocupan por nosotros y desean nuestro bien. Por tanto, cuídate para cuidar también de ellos. Muchas de nuestras acciones tienen también una repercusión en el entorno.
  • 4. Si no estás esperando una llamada de teléfono urgente, apaga el teléfono. Desconecta del entorno e intenta recuperar la perspectiva. Abre la ventana de la habitación en la que te encuentras para respirar aire puro y observar cómo aunque en tu interior sientes la preocupación y el miedo por un motivo concreto, el mundo sigue con su ritmo de vida habitual y las calles continúan con su vida natural.
  • 5. Haz una visita a un familiar o a un amigo. Está claro que podrías hablar por teléfono pero si tienes la posibilidad de buscar el contacto presencial entonces, hazlo. Te ayudará a calmarte gracias a la energía positiva que aporta el cariño de otras personas como un refuerzo de autoestima. En este tipo de casos, en ocasiones, sobran las palabras y lo que de verdad necesitamos es recibir un abrazo para tranquilizarnos y recuperar la calma.

¿Qué cosas te ayudan a ti para no ponerte siempre en lo peor en una etapa de sufrimiento?

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