La educación de los hijos y la infancia son inseparables. Nuestro ser se ve afectado por la familia, los padres y la infancia. Estamos hechos de recuerdos y emociones, las risas y lágrimas de alegría llenan nuestro rostro, cuando nos acordamos de momentos que compartimos con nuestra familia.
Para los padres no es fácil ser conscientes en todo momento. Tampoco es fácil para ellos recordar esos momentos y la forma en que han actuado. Muchas veces es fácil ponernos fuera de contexto. Nuestra propia ambición o la expectativa determina la agenda de algunos y mientras algunos de ellos han preparado ya su propio camino. El reflejo de nuestra propia infancia es un instrumento importante para ayudarnos.
Los principios de la crianza de los hijos puede incluir el respeto, la aceptación, la comprensión de los factores cognitivos, conductuales y las etapas del desarrollo emocional, el apoyo físico y emocional y la orientación, el cuidado de sí mismo y entre otros valores dictados por la dimensión socio-política y cultural de la vida.
Los cuidados personales, como el estrés físico y emocional de las figuras de crianza es sumamente importante. Tenemos que aprender a establecer la prioridad y el ajuste del límite de la práctica. Mientras los niños crecen en un ambiente donde esos valores se practican, los niños se verán afectados por ellas.




