El área del cerebro que está detrás de la frente, llamada corteza pre-frontal, es el área encargada del razonamiento, la memoria de trabajo, la regulación del estado de ánimo, el juicio y la organización. Recientes imágenes del cerebro muestran que la corteza pre-frontal es de gran medida en los adolescentes inmaduros. La mayoría de los científicos creen que los cerebros humanos no están completamente desarrollados hasta los 20 años. La buena noticia es que el cerebro adolescente es fácilmente influenciable, permitiendo a los padres una amplia oportunidad de enseñar la toma de decisiones y la capacidad de resolución de problemas.
Estos son algunos consejos para hablar con los adolescentes sobre las drogas, el control de los impulsos y el buen juicio:
1. Siempre que sea posible y apropiado, de opciones a los niños para que adquieran las habilidades para tomar decisiones. Y deje de tomar las decisiones por ellos ya que seguramente siempre les está diciendo qué hacer. Dele una opción: por ejemplo «¿Quieres que te llame a las 11 para que lo recoja, o te espero a las 11:30 en la puerta?»
2. Proactivamente plantee el tema de las drogas. Crear un entorno abierto y honesto en el que los niños sepan que, no importa cuán mal estén las cosas, pueden venir a sus padres por el apoyo.
4. Enseñe a los niños a decir «no”. Es muy importante que a aprenda a negarse al enfrentarse a la presión del grupo. Hable sobre cómo se siente acerca de lo que sus compañeros pudieran pensar de él.
5. Dele a los niños una salida. Dígale que, si él siente en una situación en la que no puede hacer frente a la presión del grupo o se encuentra en una situación la cual no puede manejar, que puede llamar a su hogar y contar con su ayuda. Asegúrele que, no importa qué hora sea, dónde este o incluso si él mintió acerca de estar ahí, ya que alguien ira a buscarlo.
La adolescencia es un tiempo de prueba y los límites de las fronteras en busca de la independencia. Su hijo tendrá que pasar la mayor parte de su tiempo con los amigos. Como padre, usted debe equilibrar esto con el tiempo en familia con suficiente antelación para que todavía tenga la oportunidad de enseñarle las habilidades necesarias para resistir la presión y el uso de drogas. También debe conocer bien a su hijo para que pueda reconocer los signos de consumo de drogas, y no se puede enseñar o conocer a sus hijos si no están interactuando con ellos de forma regular.
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