Cuando comenzamos una dieta podemos notar que la ansiedad por la comida se multiplica, muchas veces sin causa aparente.
Sólo el hecho de tener una restricción en la cantidad o el tipo de alimento nos genera un nivel de estrés que provoca más hambre o más antojo de alimentos que, quizás, fuera de la dieta normalmente no nos apetezcan.
Si acostumbramos al organismo a recibir alimento por antojo, controlar una dieta puede suponer un problema. Por ello siempre es recomendable que un profesional del sector te haga un seguimiento continuado para que no peligre tu salud.
Por ejemplo, en RiveraFarmacia existe todo un equipo especializado en nutrición tanto para ayudas de subidas de peso, deportistas, patologías, dietas para adelgazar,….
Si estás en ésta situación existen unas pautas que puedes seguir para mantener a raya los niveles de ansiedad.
Controlar la leptina “Hormona-quemagrasa” y los picos de glucosa
La leptina es una hormona producida por la grasa que le comunica a nuestro cerebro que ya estamos saciados.
Ésta comunicación tarda un rato en producirse, por eso siempre se recomienda comer lentamente y sin distracciones, para así no ingerir calorías de más.
Cuando los niveles de leptina bajan demasiado a causa de una dieta muy baja en calorías aparece la sensación de hambre o también en casos que aunque se tenga una fuerza de voluntad increíble, se realice deporte regular, llegará un punto en que la quema de grasa se paralice, desmotivando totalmente hasta acabar abandonando la dieta y el deporte.
Es importante aumentar la ingesta de proteínas diarias, las verduras, frutas no muy dulces, alimentos ricos en fibra (no light con fibra) y ácidos grasos esenciales.
Los picos de glucosa se controlan además de incluir los alimentos citados anteriormente, comiendo pequeñas porciones cada tres horas. Permanecer más de tres horas sin aportar alimento al organismo desencadena que tengo que ir gastando los depósitos de energía en reserva (no es lo mismo que quemar los depósitos grasos almacenados), por lo que cuando nos da la sensación de ansiedad, es una alarma de nuestro cuerpo para recuperar esa energía de la forma más rápida. Normalmente suelen ser alimentos procesados y muy calóricos. Que suben de golpe nuestros depósitos de glucosa porque son de asimilación rápida pero no permanecen mucho tiempo en nuestro cuerpo, por lo que al poco tiempo volvemos a tener ansiedad.
La ansiedad por la comida le puede pasar a muchas personas, es algo que esta asociado con el comer inpulsivo, y eso tambien ocurre cuando hay descompensación corporal / mental.
Mucha atención allí porque si no se trata a tiempo, ese mal se puede prolongar y lo que es peor ningun plan de salud para bajar de peso funcionara.