Bulimia y anorexia
Quien nunca tuvo problemas relacionados con la comida, posiblemente no comprenda lo que se sufre. El poder comer en el momento que se lo desea, en lugares concurridos o cuando se tenga hambre; son los deseos más grandes de una persona que padece bulimia o anorexia.
Hace décadas que comenzaron a escucharse muchísimo estos dos términos que, por lo general, se los vinculó y vincula con el mundo de la moda. Pero no siempre es así. Existen ocasiones en que las personas (generalmente mujeres) quieren alcanzar un objetivo determinado y les termina repercutiendo en su salud.
Diferencias entre ambas enfermedades
La bulimia se caracteriza por tener muchas ganas de comer pero luego, por culpa, se provoca el vómito. De esa manera, toda la comida que se consume, no se asimila. Con respecto a la anorexia, no existe un solo tipo sino dos: la anorexia nerviosa y la otra que es en la que se distorsiona la propia imagen. En la nerviosa no es requisito verse gorda sino que por otros motivos no se puede comer normalmente, motivo por el cual se adelgaza. En la otra que es la más común, sí se ve al propio cuerpo como más gordo que el real y por eso la dieta para perder peso. Como en la anorexia nerviosa puede llegar a haber vómitos espontáneos, a veces, se la puede confundir con la bulimia.
Exteriorizar las preocupaciones
Este es uno de los puntos fundamentales para empezar a curarse: poder compartir con el entorno más próximo las cosas que aquejan a la persona enferma. Por lo general el perfeccionismo al que aspiran y el no perdonarse un «fracaso», son las cuestiones que les provocan esta desequilibrio en el organismo hasta que la ingesta se convierte en una pesadilla. Poder contarle a sus padres o amigos lo que les ocurre es fundamental, así como también consultar con profesionales de la medicina que les puedan diagramar un tratamiento integral y que los oriente en la curación. Todo irá siendo de a poco ya que los milagros no existen. Hay que ser paciente y bajar un poco las auto exigencias.
La mentira, principal aliada
Como suelen ser personas que no comunican sus preocupaciones a la familia, ésta pocas veces puede darse cuenta de que ocurre algo diferente a lo habitual. Las personas que padecen bulimia o anorexia pueden engañar comiendo en la mesa y luego, vomitando o no consumiendo los demás platos el resto del día. Esto se lo aplican a sí mismas como un castigo por haber hecho algo no debido. Claro que los alimentos no tienen la culpa ni tampoco es el problema por el cual sus vidas están desequilibradas.
Consecuencias de no tratar la enfermedad
No existen números precisos en cuanto al índice de mortalidad mundial a causa de bulimia y anorexia, pero en lo que respecta a España, al menos 100 personas mueren por año. En otros países, desciende un poco el número pero no por eso deja de ser importante hacer campañas de salud que prevengan a tiempo. La falta de concentración, las discusiones con la familia y en diferentes lugares, la pérdida de autoestima, la dependencia y la auto discriminación.
Fotografía de cortesía: http://salud.uncomo.com