Es ley de vida, siempre existen sorpresas inesperadas en las relaciones personales. A veces, se produce una enorme decepción cuando surge el inmenso dolor por un amigo que no está a la altura de las circunstancias en un momento difícil. En ese caso, la tendencia interior puede ser la de, motivado por la rabia y la decepción, dejar de lado a esa persona.
Sin embargo, cuando actuamos de esta forma, no cerramos la puerta de una forma saludable, dejamos un montón de preguntas sin resolver: ¿Qué hacer cuando no sabes como actuar exactamente?
Una buena comunicación
Es más positivo hablar con ese amigo, mostrarle el desencanto, expresar claramente un sentimiento y darle la oportunidad de que ofrezca su punto de vista. Puede que después de escucharle te quedes con la misma sensación de desencanto, pero también puede ocurrir que te des cuenta de que ese amigo te valora a pesar de su ausencia aparente.
Existen momentos en los que las personas se sienten desorientadas y no saben cómo actuar. En ese caso, si necesitas el apoyo de un amigo en concreto, toma la iniciativa de decirle en qué puede ayudarte. Darle indicaciones concretas no solo le facilitará el camino sino que además, tú también te sentirás más apoyado algo que es fundamental a nivel de resiliencia.
Todos hemos fallado en algún momento
Tal vez, todos hemos podido ser en algún momento esa persona que no ha estado a la altura de las circunstancias y ha roto las expectativas de otra persona. Es decir, todos somos lo suficientemente humanos como para equivocarnos pero también podemos ser lo suficientemente humanos como para crecernos ante la adversidad y luchar. Darle el derecho a un buen amigo de rectificar es un gesto positivo, de lo contrario, podemos perder relaciones personales muy bonitas ante cualquier error del otro.
Los consejos para tener la conciencia tranquila son: actúa de una forma en la que te sientas bien contigo mismo, sé coherente con tus valores y confía en ti mismo y en la vida.
