A veces la vida nos pone en situaciones difíciles, situaciones en las que no podemos vislumbrar ninguna salida o situaciones complejas que no habíamos previsto. Son momentos de los que a veces salimos muy golpeados y perdemos fe en nosotros.
Vamos a tratar de brindar algunos consejos para poder palear esos momentos de crisis. A muchas personas le suceden cosas que los llevan al límite en su vida cotidiana, en su trabajo o cuando nos diagnostican alguna enfermedad, por ejemplo.
Cuántas veces nos han dicho o hemos dicho a alguien en esas circunstancias la frase ‘’la esperanza es lo último que se pierde’’, una frase que es muy fácil decir, pero no tanto llevar a la práctica. Y más que nada cuando las personas perjudicadas tienen la sensación de estar en un callejón sin salida y no pueden tener un momento de alegría, puesto que sienten haberla perdido.
Cuando estamos afectados por circunstancias negativas, nuestro cuerpo se posiciona en un estado de estrés, es ahí cuando la esperanza y la confianza en uno mismo jugarán un rol fundamental para salir de esa sensación negativa. Ya que, esos dos factores influirían de manera positivamente en nuestro cuerpo, nuestros sentimientos y hasta en nuestros comportamientos.
En la confianza y en la esperanza se encuentra la fe con la que vamos a estar mucho mejor que ahora. Con ellas uno puede proyectar una imagen de uno mismo en un futuro y son necesarios para encontrar el camino hacia la recuperación.
En ocasiones es suficiente con correrse de ese papel de víctima y poder volver a tomar las riendas de la situación, ahí podríamos retomar algo de confianza y poder llegar a encontrar algún tipo de solución para eso que nos preocupa. Podemos rememorar circunstancias pasadas de nuestras vidas que hayamos afrontado con éxito, para recordarnos que tenemos capacidad y posibilidades de superar este nuevo problema.
Ahí nos encontraríamos frente a frente con los motivos personales de cada uno para continuar batallando, ya sea nuestro matrimonio, nuestra familia, amigos o lo que consideremos importante en nuestras vidas. En este punto reconoceremos la importancia de la esperanza y la confianza. Dos cualidades altamente poderosas para afrontar circunstancias complejas, que no muchos poseen o que algunos pierden y que se pueden entrenar o recuperar.
Esto lo podemos hacer visitando un profesional y acompañarlo con ejercicios de relajación, con técnicas de visualización o con técnicas de autohipnosis. En el momento en que estamos en la cima del problema y podemos llegar a tener espacio en nuestra cabeza para comenzar a reflexionar sobre qué fue lo que salió mal, ahí es cuando vamos a ver una luz para salir de ese túnel o ir viendo las señales que nos conduzcan a la salida de esa situación.
Ese preciso momento es la semilla de la esperanza, de la confianza en uno mismo y de saber qué herramientas posemos para hacerle frente a ese problema. Pero ese proceso no necesariamente lo debemos hacer solos, es muy recomendable comunicarnos con personas que hayan pasado por una situación similar, ya que eso nos dará la confianza para saber que nosotros también podremos superar ese problema. Nos dará un plus de fuerza y ánimo para seguir adelante.