
La sonrisa es una de nuestras principales expresiones faciales, nos ayuda a aliviar tensiones, estrechar lazos… Sin embargo, esta sonrisa tiene que ser sincera, ya que si no lo es tendremos la impresión de que nos están mintiendo.
La sonrisa verdadera se caracteriza porque los labios retroceden, los pómulos se alzan y se ven arrugas en la zona de los ojos. Si la sonrisa es falsa, en cambio, sólo se activan los músculos que rodean a los labios y a la boca, sin ocurrir nada en los ojos. Un truco para ver estas diferencias con facilidad es compararla mentalmente con la sonrisa de un niño (que siempre es sincera). Cuanto más distinta sea, más posibilidades hay de que te estén mintiendo.
es muy buena informacion, ya que me ayudo a confirmar mis sospechas en algunas situacones…
mw gusta pero seria mejor , mas teorias o razones
MUY BUENA