La primero que se debe de tener claro es que la pareja se forma por dos personas que parten desde el mismo punto y persiguen un objetivo común. Pero eso no quita que son dos individuos independientes que tienen sus propias necesidades que deben ser atendidas.
De esta forma, lo ideal pasaría por intentar un equilibrio para que ninguna de las dos partes de la pareja se vea dañada aunque si recompensada. De ahí se denota que haga falta, en algunas ocasiones, la ayuda de un especialista que ayude a buscar el punto medio más.
Una de las primeras cosas a tener en claro, es que la pareja nunca podrá partir de cero ya que ambas partes contaran con un pasado. Esto es uno de los principales problemas de la pareja ya que muchos se plantean cuestiones, que pueden llegar a convertirse en autenticas obsesiones, acerca de las parejas pasadas.
Este problema, por raro que parezca, tiene fácil solución: Horas y horas de sofás y largas charlas donde quede bien claro sentimientos, ideas y proyectos futuros. Cabe recodar que estará bien recordar el pasado, ya que podremos aprender de él pero no debemos anclarnos a él, dejando lo pasar y no agobiando a nuestra pareja.
En definitiva, nunca deberemos mezclar malas experiencias pasadas con lo que puede suceder en la actual relación, ya que, partiendo de la base de que no hay dos personas idénticas, por mucho que se parezca a nuestra anterior pareja, la actual es otra muy diferente.