La tensión se refiere a una compleja interacción de una persona y su ambiente en el cual las presiones externas se vinculan con el estado de ansiedad a través la percepción de una amenaza. La tensión y ansiedad pueden ser manejadas, aquí te damos consejos para hacerlo.
El tercer paso estriba en preguntarse a uno mismo si las reacciones de ansiedad son las apropiadas, dados los peligros físicos o psicológicos que las provocan. observe cuidadosamente la manera como trata de eliminar, evitar o enfrentar las fuentes de la tensión indeseable. El medio más efectivo de enfrentarse a la ansiedad consiste en entender totalmente el problema y desarrollar a partir de allí los mecanismos que nos permitirán reducir la ansiedad. El cuarto paso consiste en revisar los recursos para enfrentar la ansiedad.
El quinto paso (y final) consiste en examinar nuestro nivel de propensión a la ansiedad y ver si es posible identificar las defensas psicológicas para el control de la misma. Si descubrimos tener un alto nivel de ansiedad y que empleamos excesivamente las defensas inadaptadoras, entonces la tensión difícil de manejar, así como la ansiedad extenuante, significan indefectiblemente un problema muy serio y puede ser necesaria la ayuda profesional.