El hábito de MORDER en niños

El hábito de MORDER en niños

Los niños adquieren, con el paso del tiempo, diferentes hábitos, algunos de ellos muy agradables y otros no tanto.

Morder es uno de los hábitos más frecuentes durante la primera infancia, pero seguramente que lo mencionemos no será ningún consuelo para los padres. Esto podrá hacer sentir a los padres que su pequeño hijo se vuelva una especie de amenaza dentro del grupo de juegos. Actualmente algunos centros de cuidados de niños suelen expulsar a los niños ‘mordedores’, un problema por el que nadie quiere pasar.

Muchos consideran que la etapa de morder puede pasar rápidamente, pero no siempre es así En la siguiente entrada hablaremos de las diferentes formas y los consejos que podremos seguir para ayudar al niño a superar este hábito. Encontrarás la manera de ayudar al pequeño a erradicar definitivamente este comportamiento poco agradable.

Causas por las que un niño muerde

Es normal que durante su primera infancia el niño tenga el hábito de morder. Los bebés y los niños más pequeños muerden por diferentes razones, cuando le salen los dientes, cuando quieren explorar algún juguete o cuando quieren conocer algo mediante la boca. A medida empiezan a poder comprender la relación de causa y afecto también pueden tomar la costumbre de morder a las personas para ver las reacciones.

En muchos niños morder es una manera de llamar la atención o expresar lo que sienten en determinado momento. En el caso de que este enojado, frustrado o con miedo y aun no pueden expresar sus sentimientos con palabras necesitan demostrar los que les pasa con rapidez, quizás en estos casos muerdan como para demostrar atención o su desagrado.

Las mordidas se suelen dar con mayor frecuencia entre el año y los dos años de edad. A medida que mejora su lenguaje las mordidas empiezan a disminuir.

Consejos para evitar las mordidas de los niños

Es necesario tomar las medidas necesarias inmediatamente después de que el niño muerda. En el caso de que pueda invitamos a seguir los siguientes pasos.

En primer lugar se deberá mantener la calma y mostrarse firme. Hablar con el niño de manera firme diciéndole ‘no se muerde’, ‘si morder lastimas’. Hay que pronunciar las frases de manera firme y clara para que el niño la entienda. Debe entender que morder está mal, evitar las explicaciones largas con frases complicadas que le costará mucho más comprender. Cuando se hable mantener la calma, así se podrá resolver la situación con más rapidez.

Luego se deberá consolar a la victima. Fijar la atención en la persona que ha recibido la mordida, especialmente si es otro pequeño. En el caso de que se haya generado una herida se tiene que limpiar la zona con agua y jabón

En los casos que sea necesario se tiene que consolar al niño que mordió. En michos casos los niños no se dan cuenta de las molestias que generaron con su accionar. En el caso de que lo haga para llamar la atención no se debe reforzar la conducta ni justificarlos.

Otra alternativa es ofrecer alternativas. Cuando el niño que mordió este tranquilo se debe hablar con él y explicarles que existen otras maneras de comunicarse con otros.

Por lo general no será necesario aplicar grandes medidas de disciplina ya que casi todos los niños no se habrán dado cuenta que lastiman cuando muerde.

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