Algunas mujeres sienten la necesidad de ocuparse de todas las tareas de la casa incluso teniendo un trabajo fuera de casa y una pareja dispuesta a ayudar.
En la mayoría de ocasiones no se trata de que dicha pareja no quiera involucrase y piense que la casa es tarea exclusiva de la mujer, sino que simplemente ella quiere llevar todo el control y no deja que el otro participe. Esto con el tiempo se le puede quedar grande y poco a poco llevar al agotamiento.
Otras veces el problema tampoco es machismo, como se suele pensar. Lo que ocurre es que algunos hombres se desentienden más de la limpieza y no se dan cuenta de que es necesario limpiar, o que por ejemplo no ven la necesidad de planchar la ropa, pero sin mala intención. En estas ocasiones la mujer siente que tiene que hacer ella todo el trabajo y también llega al agotamiento. Si éste es vuestro problema, la solución es hablarlo y decidir un término medio, donde los dos trabajen a partes iguales y no recaiga todo el peso de la casa sobre una única persona.
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