La concepción de Sujeto por los expertos Freud y Lacán

Muchas veces nos hemos preguntado qué entendían por el concepto de “sujeto” estos dos expertos de la psicología. Es por ello que aquí te lo contamos:

sujeto

«Parece haber consenso de que la propiedad de Freud no es el sujeto. Lo que es propiedad de Freud es el inconsciente. » Y, ahí, la primera conclusión que se impone es que en cuanto al inconsciente es freudiano, el sujeto es lacaniano». Esta es una primera distinción muy importante entre estos dos estudiosos de nuestra psicología.

El esfuerzo de Sigmund Freud se hace evidente en el «Proyecto para una psicología científica», donde intenta definir el aparato psíquico buscando comprender su existencia, su actividad y a su vez, sus diferenciaciones internas.

La construcción de lo subjetivo cobra una relevancia trascendental en Freud, a partir del descentramiento por el descubrimiento del inconsciente. Si Freud no se interesó en buscar una «epistemología propia» sobre la cuestión, es porque eso se da por su formación médica, que lo lleva a utilizar, en sus textos, términos como «individuo», «sujeto» y «organismo» de forma cómo los definía la tradición científica, epistemología propia de la época. En el año siguiente, en su Carta 52, enviada a Fliess, Freud aclara lo que ya había planteado en el texto La Afasia al respecto del mecanismo del aparato psíquico.

Entre el sujeto y el yo

La mayor parte de la vida psíquica según Freud se muestra inconsciente, y se tenía al YO hasta entonces como la sede de la experiencia subjetiva, como siendo afectado de forma pasiva por esa «parte oscura» de nuestro aparato psíquico.

Ya 1914, en Sobre el narcisismo, es que Freud nos acerca una definición más explícita al YO. Freud lo denomina «narcisismo primario», un estado precoz en que el niño invierte en sí y que prepara todo para el «narcisismo secundario», cuando la pulsión ya es orientada hacia los objetos, pero regresa sucesivamente al YO. La identificación con los padres, modelos a los cuales el individuo trata de conformar, converge con el narcisismo, y Freud lo denomina ideal del YO.

Ya en el año 1920, Freud postula la existencia de algo para más allá del principio del placer –y, por extensión, del principio de la realidad- que hasta entonces eran tenidos como la lógica del funcionamiento exclusiva del aparato psíquico. Es aquí cuando Freud deja entrever la noción del deseo, uno de los puntos más importantes de su teoría.

Vicisitudes del sujeto en Lacán

En este punto debemos decir que esa posición se opone al descubrimiento primario de Freud, el inconsciente. Lacan buscó hacer frente a esa equivocación para formular su teoría, dando nuevamente primacía al inconsciente y centrando la teoría freudiana en el sujeto.

A partir de allí, se establece una matriz simbólica donde el YO se precipita, que, en Freud, fue nombrada como ideal del yo. Por tanto, la castración instaura el sujeto segmentado, dividido, del lenguaje, del deseo, del inconsciente.

Para esclarecer mejor los conceptos, lo que Lacán llama «sujeto» es justamente ese enigma traído de la palabra barra, por la división que funda el inconsciente, que descentra el individuo y la razón .

Surge así otra enseñanza lacaniana, marcada por la noción de inconsciente real, que disminuye la propuesta del inconsciente estructurado como un lenguaje y le permite hacerlo emerger en cuanto puro campo de gozo no-fálico (un punto crucial de distinción con Freud).

Este sería un primer acercamiento sobre las distintas concepciones del Sujeto que estos grandes estudiosos del Siglo XX nos han dejado con sus enseñanzas.

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