Para Qué Sirve la Mediación Familiar

Para Qué Sirve la Mediación Familiar

La familia es un núcleo formado por varias personas que más allá del amor y de los vínculos de sangre también puede verse afectada por conflictos y dificultades ante los que los implicados se sienten desbordados e incapaces de gestionar por sí mismos.

En este tipo de casos, la terapia familiar adquiere un significado muy importante al poder contar con la ayuda personal de un especialista que como figura externa al conflicto observa todo con una mayor distancia, por tanto, cuenta con esa imparcialidad necesaria para mediar entre las distintas partes. La mediación familiar parte de la realidad de que existe un conflicto que debe y puede ser solucionado.

Encontrar soluciones a los conflictos

Existe un motivo importante por el que conviene colaborar en la solución de cualquier conflicto familiar: es una suma de bienestar para todos. Las personas implicadas en la mediación familiar acudirán a distintas sesiones con el fin de poder realizar un trabajo terapéutico en el que la búsqueda de soluciones debe ofrecer un bien a todos. Todo aquello que se expresa y se plantea en el contexto de la terapia resulta totalmente confidencial y secreto.

El mediador no se posiciona en favor de uno o de otro sino que, al contrario, ejerce una labor de conciliación como puente de esperanza para encontrar posibles soluciones allí donde hay diferencias. En el contexto de una terapia familiar es posible descubrir que las dificultades se pueden solucionar siempre que hay buena voluntad. Se respeta el principio de igualdad en tanto que todos los participantes de una terapia familiar tienen los mismos derechos y obligaciones.

Existen situaciones en las que las emociones pueden desbordar nuestra razón. Vivencias en las que resulta mucho más complejo mantener la calma emocional, por ejemplo, en una ruptura de pareja que no se ha producido de mutuo acuerdo. El apoyo de un mediador familiar es especialmente recomendable en el caso de una separación con hijos en común ya que en ese caso, la pareja está condenada a entenderse.

La familia como sistema

En cierta forma, la mediación familiar está muy relacionada con el coaching sistémico que muestra cómo un cambio de posición de uno de los integrantes de un grupo afecta a todos los miembros. Y existen conflictos de relación en el seno de la familia que producen mucho dolor. En otros casos, el conflicto ha permanecido latente pero adormecido en cierto modo y en el momento más inesperado estalla en forma de olla a presión.

Así como es un signo de inteligencia emocional pedir ayuda psicológica en el caso de sufrir una tristeza  profunda, también es recomendable dar una nueva oportunidad a los vínculos afectivos y al amor a pesar de que parezca que nada puede cambiar. La mediación puede ayudarnos a poner los egos en su contexto adecuado, ampliando la mirada más allá de donde vemos a simple vista.

Eso no significa que las relaciones puedan llegar a ser ideales, sin embargo, cualquier opción es mejor que optar por la vía rápida de romper el contacto.

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