Adicción a las compras: descubre las señales

La adicción a las compras es una realidad que afecta a muchas personas y con repercusiones significativas para su calidad de vida. Es un trastorno que requiere la atención necesaria antes de que la persona pierda por completo el control, y al igual que ocurre con muchos otros tipos de adicciones, es un proceso delicado. De ahí la importancia siempre de buscar la ayuda de profesionales.

El principal problema que surge con las compras es que no sabemos reconocer fácilmente cuáles son los síntomas de esa adicción, especialmente porque se trata de una actividad que realizamos de forma regular. Sin embargo, son muchas las personas que padecen este trastorno, el cual afecta a sus vidas y a las de su entorno, y a ello se le suma que el periodo de rebajas agudiza la adicción a las compras. Adicionalmente, es un tema que suele subestimarse, o al que no se le da la importancia que necesita, sin entender que las consecuencias pueden llegar a ser desgarradoras.

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¿En qué consiste este trastorno?

Antes de explicar cuáles son los síntomas asociados con la adicción a las compras, es importante conocer la definición de este trastorno. Este trastorno también se conoce como compras compulsivas y la definición es muy simple, porque se refiere a una persona que compra productos y servicios que no necesita, y que en muchas ocasiones ni siquiera utiliza.

No saber diferenciar lo que verdaderamente se necesita, de los deseos o anhelos, es la base del problema, el cual aumenta considerablemente cuando la persona no dispone de una gran capacidad económica y comienza a dar prioridad a compras innecesarias frente a obligaciones financieras como alquiler, pago de servicios o alimentación.

Es, justamente por lo anterior, que la adicción a las compras no es un problema menor que deba subestimarse, porque puede afectar seriamente a la capacidad económica de una familia, además de generar otros problemas emocionales. Es un tema más profundo de lo que muchas personas creen, porque las motivaciones detrás de un comprador compulsivo son diversas, y en muchas ocasiones, es el reflejo de otros problemas.

Si bien este trastorno puede afectar a cualquier persona, es más común en las mujeres y este se agudiza, como comentamos anteriormente, en las temporadas de rebajas. Recibir el tratamiento de adicciones como las compras, de mano de profesionales de la psicología es lo más recomendable, especialmente cuando el problema ha escalado significativamente, pero por supuesto, para ello es necesario reconocer los síntomas con el fin de pedir la ayuda necesaria.

¿Cómo reconocer a una persona adicta a las compras?

Reconocer los síntomas de la adicción a las compras es el primer paso para buscar ayuda y evitar que ese problema continúe creciendo. Al igual que otro tipo de adicciones, las compras también tienen un coste muy alto a nivel económico y emocional, de ahí la importancia de tratarlo adecuadamente.

A continuación compartimos algunos de los principales síntomas de la adicción a las compras:

  • Sensación de culpabilidad después de haber comprado ciertos productos.
  • Gran satisfacción después de hacer las compras.
  • Problemas para mantener relaciones sociales saludables.
  • Problemas de ira.
  • Sensación de vacío cuando no compran.
  • Ansiedad.
  • Depresión.
  • Desvirtuar su realidad para justificar compras innecesarias.
  • Gran acumulación de deudas.
  • Dejar de pagar compromisos financieros.
  • Frustración.
  • Sensación de superioridad por tener productos que otras personas no tienen.
  • Baja autoestima.

Si bien los anteriores son los síntomas generales, estos pueden variar de una persona a otra. Lo cierto es que el entorno es quien más puede ayudar a esa persona a reconocer que existe un problema. Si bien el grupo de personas más afectadas son mujeres, en realidad es un trastorno que también puede afectar a los hombres, especialmente a los que oscilan entre los 18 y 40 años. Son personas que gastan elevadas sumas de dinero dentro de su capital o poder adquisitivo en la compra de productos innecesarios, pese a que ello suponga la acumulación de deudas o de problemas familiares.

Las compras compulsivas son un problema en sí mismas, pero generalmente se desarrollan como consecuencia de otros factores más profundos.

A continuación compartimos algunas de las razones detrás de la aparición de esta adicción:

  • Baja autoestima: es la base de muchos problemas y una posible razón detrás de las compras compulsivas. ¿La razón? La persona puede buscar proyectar una imagen que no se corresponde con la realidad, con el objetivo de buscar aceptación en determinados grupos.
  • Obsesión por el físico: otra razón frecuente es una obsesión desmedida por la apariencia física, lo que impulsa a la persona a encontrar en la moda y otros productos, lo que considera puede potenciar o mejorar su apariencia.
  • Vacíos internos: muchas personas compran desmedidamente porque sienten satisfacción o felicidad momentáneamente. Son personas que, además, utilizan la rutina de compra para ocupar el tiempo y evitar pensar en otros temas que les afectan emocionalmente. Son muchos los que utilizan las compras para llenar vacíos o carencias afectivas.
  • Educación sin límites: cuando una persona recibe una educación carente de límites, interioriza ese modelo y lo sigue reproduciendo en su vida adulta con las consecuencias que ello supone.

¿Cuál es el tratamiento?

Con el tratamiento adecuado es posible superar este trastorno, pero es necesario reconocer el problema para adoptar los cambios necesarios y buscar ayuda profesional en los casos más graves.

En un principio, la persona afectada puede adoptar ciertos hábitos con el objetivo de evitar esas compras compulsivas, como los que comentamos a continuación:

  • Siempre ir de compras acompañado.
  • Evitar hacer compras en momentos de ansiedad, depresión o tristeza.
  • Hacer una lista y destinar un presupuesto concreto para ello.

En los casos más graves, que es cuando la persona pierde por completo el control y las emociones son las que lo dominan, definitivamente lo más recomendable es solicitar ayuda psicológica profesional. El tratamiento para los casos más complejos está enfocado en estrategias a nivel conductual, con el objetivo de que el paciente recupere el control, y reducir así ese tipo de conductas nocivas. Lo más importante es no subestimar este problema, hacer cambios en los hábitos y buscar ayuda en el momento necesario.

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