La rigidez mental es una forma reduccionista de observar la realidad desde un único patrón de comportamiento.
El pensamiento único es la actitud que define a aquellas personas que tienen rigidez mental de forma frecuente o a quienes se encuentran en una etapa en la que observan la realidad desde un único modo posible. La rigidez mental genera mucho sufrimiento porque la persona no amplía su perspectiva entendiendo que cada persona tiene su propia experiencia y felicidad. Es natural que tú tengas tu propia visión de la realidad.
Sin embargo, debemos tener cuidado con aquellos pensamientos que nos mantienen estancados en la zona de confort porque desde esta zona de confort podemos observar con recelo aquello que rompe con nuestras expectativas. No somos más sabios por reafirmarnos constantemente en nuestras propias ideas previas que roban cualquier margen de flexibilidad en la adaptación al cambio.
El mayor riesgo de este tipo de patrón de comportamiento es que la persona puede llegar a adoptar actitudes negativas que se cronifican en el tiempo. La persona puede llegar a pensar que siempre tiene la razón, y esto afecta a sus propias relaciones personales porque los demás se sienten juzgados y se distancian. La persona tiene un puzzle mental que sigue una misma secuencia previsible. ¿Cuáles son los efectos de la rigidez mental?
No te das la oportunidad de sorprenderte a ti mismo
Un signo de madurez es que te des la oportunidad de aceptar que puedes estar equivocado en relación con aquello que siempre habías creído sobre un asunto, o simplemente, darte el permiso de cambiar de opinión porque tú, hoy, ya no eres la misma persona de hace cinco años. Tienes vivencias que no tenías entonces. Y esto puede llevarte a cambiar de parecer.
Apertura a los demás
El riesgo de la rigidez emocional es que la persona termine encerrada en su propio punto de vista y seleccione a sus amigos a partir de la afinidad de pensamiento. La diversidad es un aliciente de aprendizaje en una conversación, por ejemplo.
Imagina lo aburrido que sería hablar constantemente con personas que piensan exactamente igual que tú. Mientras que la asertividad crea puentes en las relaciones personales, la rigidez emocional construye muros invisibles, pero que se sienten.
Muchos miedos
Esta forma de existencia, lejos de motivarte para lograr nuevas metas, te mantiene anclado en el miedo de ir más allá de esa rutina en la que te sientes cómodo, aunque no por ello, feliz. Incluso, puede asustarte algo que sea bueno para ti, sin embargo, no te cuestionas ese hecho por algún tipo de creencia negativa o algún filtro limitante.
¿Cómo cambiar la rigidez mental?
Existen iniciativas que son prácticas y constructivas para enriquecer la visión personal sobre la realidad. Por ejemplo, viajar es una fórmula de enriquecimiento personal. Pero, también, leer y ver cine. A través de la literatura o la ficción, puedes observar que en la vida, no existe un único modelo de existencia sino que cada persona tiene su propia historia.
La rigidez mental es agotadora porque se convierte en una especie de cárcel de las ideas.