Orden y caos: 2ª parte

A veces, la gente parece caer en el caos personal, sin ninguna razón aparente. La lucha que sobreviene puede sentirse como una crisis. Pero aprender a navegar en el caos en lugar de apagarlo puede proporcionar grandes recompensas. La inclinación a huir del caos y restablecer el orden tiende a retrasar nuestro crecimiento, ya que se opone a un nuevo aprendizaje vital y a la experiencia. Aunque el caos personal puede ser muy difícil y se siente a menudo mortal, la otra cara es que ofrece un enorme potencial para la evolución personal. Aprender a adaptarse a la inquietud de acompañamiento es la meta deseada.

En la ciencia, a lo que nos referimos como el orden se conoce como un estado de equilibrio, con su previsibilidad de acompañamiento. Sin embargo, hay ocasiones en que la gente se mueve lejos del equilibrio y el enfoque de lo que podría referirse como el caos. En dicho estado, una pequeña incertidumbre solo puede lanzar a la persona en el caos. En la ciencia esto se conoce como un punto de atajo. Se trata de un término sofisticado para el punto de partida donde nos dirigimos hacia un nuevo territorio. Esto es más comúnmente conocido como un punto de inflexión.

Cuando Rosa Parks estaba demasiado cansada para ceder su asiento en el autobús a un hombre blanco y se mantuvo en una zona cerrada para los afroamericanos, un punto de inflexión se produjo y el movimiento de derechos civiles fue catalizado. Cuando los sistemas u organismos, incluidas las personas, llegan a ese punto, surge el caos. Sin embargo, en el caos, hay un efecto en espiral, lo cual conduce a un nuevo y superior orden. Nos movemos en un proceso de transformación que nos permite desarrollarnos más a fondo

Orden y caos:1ª parte

Orden y caos: 3ª parte