El amor está marcado por muchos ingredientes como el enamoramiento, la ilusión, la fuerza de voluntad… Sin embargo, el amor también es compromiso, es decir, es la toma de una decisión consciente y deliberada de querer a otra persona de verdad tal y como es. Sabiendo que aunque todo principio puede parecer un cuento de hadas, en realidad, en el amor pronto surgen dificultades, diferencias de criterio, miedos, dudas…
Ante todo, el amor es compromiso, es decir, es la responsabilidad de no generar falsas expectativas en otra persona o de entender que romper una relación no debe de ser un signo caprichoso sino una responsabilidad seria, al menos, en el matrimonio.
El amor es compromiso porque en caso contrario, si el corazón humano se dejase llevar por la inercia del aptecer del momento, sería mucho más fácil tirar la toalla en cualquier momento. Pero el compromiso nos ayuda a tener una visión más a largo plazo en momentos de incertidumbre, dificultades y problemas. Tener un compromiso significa pensar en cómo comprender mejor a tu pareja.
Qué valorar antes de comprometerte con tu pareja
1. En primer lugar, valora tu grado de satisfacción real con la relación para poder decidir ser feliz junto a una persona. No te comprometas con alguien hasta que no lo veas claro de verdad. Es una decisión seria, por ello, es mejor que te tomes las cosas con calma, no te presiones y observes las cosas con claridad.
2. Imaginas tu futuro junto a tu pareja porque es una persona que comparte unos valores similares y unos objetivos comunes.
3. Tú estás implicado en esa historia pero tu pareja también lo está.