En la vida en pareja siempre se presentan altercados o pleitos en diversas ocasiones. Estos pleitos, a los que erróneamente llamamos “baches” suelen ocurrir muchas veces por problemas que surgen a causa de las diferencias o inquietudes que van surgiendo entre ambos.
Normalmente, una persona tiende a sufrir más que la otra, lo que le provoca incertidumbre que le lleva a preguntarse si realmente quiere pasar el resto de su vida junto a esa persona. Hay que tener mucho cuidado, pues esta persona, que tiende a ser más negativa, puede llegar a encerrarse en su propio mundo, sin hablar los problemas de frente a su pareja, que puede llegar a derivar en problemas mayores, pues llegará un momento en que esta persona se cansará de luchar y de seguir adelante junto a la persona a la que quiere, cuando realmente el problema es de los dos, ya que tampoco ha sido capaz de hablar los problemas de frente.
La otra persona normalmente no se da cuenta hasta que ve que está pasando algo realmente gordo. En este caso, y cuando ambos se percatan de que existe un problema en la relación, deberán tomar medidas, como por ejemplo, hablar de las cosas e intentar poner solución a sus problemas. Una vez ocurre esto, ya sólo falta que cada uno ponga de su parte para que la relación salga adelante y juntos consigan salir de ese agujero en el que cayeron un día, y sobre todo, intentar no volver a caer, pues más vale prevenir que curar.
