Los pensamientos de prosperidad son aquellos que vinculan tu vida con ideas de crecimiento personal, sueños de futuro que quieres que se hagan realidad, metas que te motivan y síntomas de entusiasmo. En medio de las preocupaciones del trabajo, las dificultades por las relaciones personales, el cansancio y la complejidad de la conciliación laboral, no siempre es sencillo alimentar el hábito de pensar desde la abundancia de la felicidad como la mayor riqueza.
En Psicología y Autoayuda te damos las claves para tener pensamientos de prosperidad.
Cómo abrirte a la prosperidad de ser feliz de verdad
1. No tomes el pensamiento positivo como la fórmula mágica que te ayuda a hacer realidad de forma automática tus proyectos de vida. Toma esta forma de pensar como una filosofía que te hace sentir mejor y te permite tener una predisposición hacia la alegría.
2. Vivimos en el presente, sin embargo, muchas de las acciones presentes tienen un impacto en el futuro. Para tomar conciencia de ello, reflexiona sobre aquella oportunidad que dejaste pasar en algún momento y las consecuencias que aquella falta de iniciativa tuvo en tu vida.
3. No siempre es fácil manejar los pensamientos porque su naturaleza es distinta a la del universo material. Las ideas son inmateriales, no tienen colores y su peso no se puede cuantificar (ingredientes que sí tienes los elementos del universo). Sin embargo, aunque no puedas pesar tus pensamientos físicamente, sí puedes apreciar las percepciones que te producen. Los pensamientos alegres te hacen sentir ligero mientras que las ideas pesimistas y derrotistas debilitan el organismo.
4. Para mantener pensamientos de prosperidad es muy importante mantener fijo el foco de atención en esas metas que deseas alcanzar y que te ilusionan. En lugar de centrarte tanto en los conflictos y dificultades, piensa en todo aquello que puedes conseguir si a partir de hoy visualizas con más frecuencia en tu mente un universo emocional que reúne ese plan de vida que te gustaría realizar.
5. Los pensamientos de prosperidad parten del pilar de una autoestima sólida que puedes reafirmar a través del mensaje: «Yo me quiero y me merezco lo mejor». Para recibir todo lo bueno que quieres que llegue a tu vida también debes estar preparado para dar la bienvenida a la fortuna que más allá del azar, también parte de ti mismo.
